Ahora que la serie "Gambito de dama" ha puesto de moda el mundo del ajedrez, en la política de Marbella se percibe el intento de los comerciantes y hosteleros de poner en jaque a la alcaldesa, Ángeles Muñoz, que ha optado por enrocarse ante la presión, también, de los partidos de la oposición. Le piden un plan de ayudas directas a los autónomos para sobrevivir a la crisis y ella les ha respondido que ya les desinfectó los locales y les hizo test, y que le pidan dinero al Gobierno central.
Este asunto se perfila como uno de los grandes debates que habrá en torno a la aprobación de los presupuestos municipales para 2021 y al que no se ha dado solución, pese a que ya viene de largo.
El
pasado 3 de abril, en pleno confinamiento, Muñoz protagonizó una rueda de prensa telemática en la que, a bombo y platillo, anunció un plan con el que dijo se iban a inyectar
130 millones de euros a la economía local.
Los números en el papel, y en los titulares de prensa, lo aguanta todo, pero han pasado
nueve meses y nadie sabe dónde está aquel dinero, y menos el que prometió para los autónomos.
Según se anunció, se trataba de una línea de
2 millones de euros para "subvenciones a autónomos y pymes cuyos establecimientos se hayan visto afectados por la aplicación del estado de alarma".
Una mentira más en la larga lista de 11 años al frente del Ayuntamiento de Marbella, ya que ese dinero no se ha repartido, como sí han hecho otros municipios como Mijas, con una cantidad mucho mayor (12 millones de euros).
Ya durante el
primer pleno (telemático) en el confinamiento, los grupos de la oposición le reclamaron las
ayudas directas y por un importe superior a los dos millones de euros anunciados.
A finales de junio
acabó el estado de alarma y se volvió a la llamada "nueva normalidad", que permitió de nuevo la apertura de establecimientos, aunque la llegada de turistas sufrió un fuerte descenso.
Ahora, con las nuevas restricciones impuestas por la Junta, el comercio y la restauración debe cerrar a las 18:00 horas, limitando más aún su capacidad para sobrevivir.
Por eso, se vuelven a pedir las ayudas. Los comerciantes del centro de Marbella se manifestaron el
pasado 30 de octubre en la plaza de Los Naranjos y anuncian una
nueva movilización para el próximo viernes 20 de noviembre.
Los tres partidos de la oposición (PSOE, OSP y Cs) también insisten en la necesidad de ayudar a los pequeños empresarios del municipio.
¿Y cuál ha sido
la respuesta de la alcaldesa? Decir que ya les
desinfectó los locales en el estado de alarma y les hizo
test rápidos y que el dinero se lo pidan al Gobierno de Pedro Sánchez.
Se resiste a abrir una línea directa de subvenciones que, por ejemplo, el PSOE
ha situado en 1,3 millones de euros, con ayudas de hasta 3.000 euros.
La alcaldesa ha venido a decir que
no hay dinero en los presupuestos actuales (Málaga acaba de hacer una modificación para repartir 5 millones entre los autónomos) y que tampoco lo habrá para el 2021.
Seguro que hay partidas que se pueden reducir. Los socialistas ya le han sugerido el patrocinio de 1,8 millones para que la
Copa Solheim de golf femenino se juega en Casares.
Pero
Ángeles Muñoz ha optado por enrocarse, por protegerse, en actitud defensiva, aunque en ese movimiento de ajedrez el rey también queda arrinconado.
Veremos hasta dónde son capaces de llegar los comerciantes con sus protestas en las que, es llamativo, no cuentan con el apoyo de algunas de las asociaciones del sector, que parecen servir a otros intereses.
¿Lograrán ponerla en jaque para que rectifique? Todo es posible.
Establecer como página de inicio
Añadir a favoritos
