Vender neveras en el polo norte

En Marbella, la etapa de Jesús Gil dejó un amplio historial de grandes proyectos que nunca vieron la luz. Qué tiempos aquellos del tren bala, el aeropuerto, los rascacielos, la isla artificial con un casino, la universidad o el portaviones para hacer un centro de ocio. Aquellas promesas se le iban de la mano, pero distraía al pueblo, que le seguía votando, mientras vaciaba las arcas municipales. 

Pero lo de vender la moto sigue de plena actualidad en el municipio, es más, nunca ha dejado de estarlo, porque tras la disolución del Ayuntamiento y las elecciones de 2007 se recuperó aquella estrategia, a un nivel inferior, también es cierto, pero con el mismo descaro. 

El pasado viernes, la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, anunció un gran proyecto, que de sus palabras se intuía que era municipal, para poco menos que transformar la barriada de Plaza de Toros. 

Habló de grandes zonas para equipamientos públicos, de la ampliación del colegio Antonio Machado, de aparcamientos, de parques, de todo menos de un gran centro comercial que se va a construir, que mencionó de pasada. 

Lo cierto es que es una parcela, entre la avenida Duque de Lerma y la calle Alfonso XIII, en una de las principales entradas a Marbella, con naves industriales abandonadas y semiderruidas, fácil de identificar por cualquier vecino de la ciudad. 

Pero, lo que en realidad se va a hacer, es una recalificación de los terrenos a petición de una empresa para construir una zona comercial. Es necesario modificar el PGOU, a la carta, en un proceso que ahora se inicia. 

Por tanto, va para largo, no es, ni mucho menos, algo inmediato y, no se puede olvidar que, de los 30.000 metros cuadrados de la parcela, 25.000 son para la zona comercial, y el resto queda para suelo dotacional. 

Es solo la última muestra del aparato de propaganda que lleva desplegando Ángeles Muñoz durante sus 12 años en la alcaldía, que están repletos de grandes anuncios, la mayor parte de los cuales nunca se realizan. 

Hay mucho donde elegir pero, quizá, se lleva la palma aquella promesa unos días antes de las elecciones municipales de 2011 cuando anunció la construcción de un gran auditorio en la zona del Pinillo, en la entrada a Marbella por el este, junto al célebre arco. 

Hace poco descubrimos, es para alucinar, que a día de hoy, diez años después, esos terrenos todavía no son municipales, pero en ellos ya quiso hacer un lugar para conciertos con capacidad, ahí es nada, para 45.000 espectadores. 

Habría tenido la misma capacidad, por ejemplo, que el estadio Ramón Sánchez Pizjuán del Sevilla CF, para que lo vean más fácil los lectores futboleros. 

Para aquellas elecciones de 2011, también prometió miles de puestos de trabajo con la ampliación del puerto de La Bajadilla, de la mano de un jeque árabe que iba a traer el maná al municipio. Los curriculums para trabajar en las obras había que llevarlos a la sede del PP. 

Lo que era un proyecto muy demandado por toda la sociedad marbellí desde 2008, eso sí, cuando en la Junta gobernaba el PSOE, ahora ya no es una prioridad y quedó enterrado el pasado mes de septiembre. Será el tren bala de Ángeles Muñoz. 

En mayo de 2015, otra vez a las puertas de las elecciones, la regidora presentó la iniciativa para construir un gran parque acuático junto al hotel Don Miguel. Del 'Marbella Aqua Park', como se iba a denominar, nada se sabe seis años después, pese a que estaba previsto que funcionara ya en 2017.

Aquella misma campaña electoral, aunque también lo había prometido ya en 2011, dijo que Marbella tendría un recinto ferial permanente, una de las viejas necesidades del municipio. Sonroja recordarlo. Eran 100.000 metros cuadrados en La Serranía y estaría listo en 2016.

No vale la excusa de que en 2015 dejó de ser alcaldesa, porque volvió en 2017 con una moción de censura.



En junio de 2020, en plena pandemia, Muñoz anunció una gran noria en el bulevar de San Pedro Alcántara, que iba a estar en funcionamiento para este verano. O la ponen en marcha en un par de meses, o nada de nada. 

En marzo de 2019, en campaña para las municipales, había anunciado una "remodelación ambiciosa" del estadio municipal de Marbella. El pasado verano apoyaba a los actuales gestores del Marbella FC en un macroproyecto. Ni uno, ni otro y las gradas cayéndose a pedazos. 

Este artículo podría ser interminable, pero basten estas pinceladas con algunos de los iconos de la venta de humo de la alcaldesa en sus 12 años al frente del Consistorio. 

También prometió el traslado del polígono industrial de La Ermita, una red de bibliotecas en los barrios, un puerto en San Pedro Alcántara y hasta un helipuerto en el puerto deportivo de Marbella y también en la finca del Pinillo, la del auditorio. 

Ahora, desde que el PP gobierna en la Junta, se han firmado un sinfín de protocolos y convenios, pero la realidad es que en más de dos años no se ha hecho ninguna inversión que no estuviera ya prevista de antes (centro de salud e instituto en San Pedro). Bueno, sí, una fábrica de hielo en La Bajadilla. 

La hemeroteca es demoledora con Ángeles Muñoz, capaz a estas alturas de vender neveras en el polo norte. Como Gil.