Este lunes se han cumplido los cien primeros días de gobierno en el que es el quinto mandato de Ángeles Muñoz, aunque en uno de ellos solo estuvo la mitad al frente del Ayuntamiento.
En total, lleva
14 años como alcaldesa, que se convertirán en 18 si consigue agotar el encargo que recibió por parte de la ciudadanía en las urnas el pasado 28 de mayo.
Este periodo inicial, ha estado marcado por las
decisiones polémicas, casi siempre en materia económica, que se pueden resumir en más sueldos para el equipo de gobierno y más impuestos para la ciudadanía.
Muñoz se estrenó poniéndose
una retribución de
92.928,03 euros brutos al año, divididos en 12 pagas, por lo que percibirá 7.744 euros al mes.
Es el
máximo que le permitía la ley y una cantidad que está por encima de lo que cobra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Además, a la
mayor parte de los concejales le aumentó la nómina un 30% o, lo que es lo mismo,
20.000 euros más al año.
Después, llegó el turno de
incrementar la presión fiscal a la ciudadanía, principalmente el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).
El Ayuntamiento ha tenido que poner en marcha
un nuevo plan de ajuste para solicitar otro crédito, ahora de
18 millones, al Fondo de Ordenación del Ministerio de Hacienda.
Ese dinero será para pagar
tres sentencias judiciales adversas. que el equipo de gobierno dice que son la época GIL, cuando una de ellas, por ejemplo, es de la
empresa Avanza-Portillo por una reclamación del periodo entre 2016 y 2019.
Con ello, la
deuda financiera del Ayuntamiento se dispara aún más, mientras se quiere prolongar la devolución del
dinero que se debe a la Junta hasta 2047.
Decisiones todas ellas muy controvertidas, pero que someten a poco desgaste a Muñoz tras haber revalidado su
mayoría absoluta.
Estos primeros 100 días le han dado también para protagonizar otro polémico
viaje a Nueva York, uno más,
rodeado de oscurantismo y del que apenas se difundió una fotografía una semana después.
Si a ello se le añaden las
obras que se han quedado paradas tras las elecciones o los proyectos
que no avanzan, el balance es desolador.
Nada se sabe sobre el
nuevo estadio municipal, que debe empezar por la demolición del viejo, anunciada para septiembre, mes que ya está concluyendo.
Tampoco progresa la
pista de atletismo y la
piscina olímpica, mientras los deportistas locales tienen que seguir marchándose a otros municipios.
Marbella sigue soportando una
falta absoluta de gestión con un equipo de gobierno que ha estado desaparecido todo el verano.