Muñoz ha acudido a la zona a presumir de unas obras que no son suyas, por más que ha llegado a decir que "es un proyecto que impulsamos la pasada legislatura".
Nada más lejos de la realidad. La regidora prometió un bulevar en esta zona en la campaña para las elecciones municipales de 2011, pero nunca llegó a hacerlo en los cuatro años siguientes.
A cinco días de las
elecciones de 2015, volvió a anunciarlo, buscando votos a la desesperada. La realidad es que fue el equipo de gobierno tripartito el que lo puso en marcha.
Las obras arrancaron en noviembre de 2016, aunque se retrasaron tras detectarse problemas con el subsuelo, que obligaron a realizar modificaciones. Eso originó que la Diputación
no mantuviera la partida que había destinado a las obras y el Ayuntamiento las asumiera.
La inversión será de 1,8 millones de euros y el bulevar, como ya se decidió también en la etapa de gobierno anterior, llevará el nombre de Pablo Ráez.
El concejal de Obras, Javier García, ha recordado que contará con un auditorio; dos zonas de juegos infantiles, para menores de 6 años y de 6 a 12 años; seis zonas de estancia de aguas; una cafetería de 200 metros cuadrados; zonas verdes; dos circuitos biosaludables; un punto limpio, y áreas de descanso.
Ha avanzado que la actuación se completa con la conexión con la calle Alfredo Palma que comenzará a ejecutarse en el mes de mayo, obras también que dejó previstas el tripartito.