La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga ha ordenado
reabrir el caso Opium y que se practiquen las diligencias necesarias.
Estima así parcialmente el
recurso de apelación de los vecinos ontra la decisión del juez Gonzalo Dívar, del Juzgado de Instrucción número 3 de Marbella, de archivar la querella que presentaron.
Como consecuencia de las molestias que generaba la discoteca, residentes en las urbanizaciones cercanas acudieron
en 2021 a la vía penal.
Denunciaron la existencia de
tres delitos: prevaricación, contra el medio ambiente y lesiones, y señalaron, entre otros, al concejal
Félix Romero y a la alcaldesa,
Ángeles Muñoz.
Se abrieron diligencias previas el 8 de noviembre de 2021, aunque no se acordó su admisión a trámite hasta el
9 de febrero de 2023.
Tras un año de instrucción, el magistrado acordó el 29 de enero de 2024 el
sobreseimiento libre, que daba ya por juzgado el asunto.
Los vecinos plantearon apelación ante la Audiencia Nacional, que les ha dado la razón, aunque parcialmente, según un auto al que ha tenido acceso
Marbella24horas.
Con el magistrado Ignacio Navas Hidalgo como ponente, la Sala considera que hay indicios de
delitos contra el medio ambiente y de lesiones.
Permite que la parte querellante solicite las diligencias que considere y que aún no se hayan practicado.
En cambio, confirma el
archivo por el delito de prevaricación, sobre el que no se podrá seguir investigando.
La Audiencia Provincial señala que cerrar la causa fue "prematuro" en lo que afecta al delito ambiental y califica de "sorprendente" que se decidiera bajo la "consideración de libre".
Considera que existen indicios de que Opium "realizaba su actividad
incumpliendo las normas".
Prueba de ello, dice el tribunal, es que el Ayuntamiento incluso les recovó la licencia de apertura y les impuso sanciones económicas por este motivo.
"Tales actuaciones administrativas son el fiel reflejo de la situación denunciada por el querellante y que le afectaba al mismo y
constatan la realidad del problema derivado del ruido", dice el auto.
"Si el Ayuntamiento actuó como actuó no nos cabe duda que existía una incuestionable
problemática medioambiental con el ruido", dice el tribunal malagueño.
El auto es tajante a la hora de señalar que "no compartimos que no se atisbe el más mínimo indicio de delito contra el medio ambiente" y añade que "esa degradación ambiental sonora era una realidad".
La Sala ve indicios de que Opium "incumplía la normativa reguladora de los niveles de ruido permitido para el tipo de actividad seguida en sus instalaciones y también del
grave riesgo que ocasionaba como poco al querellante (aunque el mismo alude también a su esposa y a otros vecinos), a pesar de lo cual continuó con su conducta durante un dilatado periodo de tiempo".
Como consecuencia de ese posible delito contra el medio ambiente está el de lesiones originado a los vecinos por el ruido.
En resumen, la Audiencia Provincial carga toda la culpa a la discoteca y elimina cualquier responsabilidad en el Ayuntamiento de Marbella, como ya había hecho Dívar.
La causa, por tanto, sigue adelante, aunque un tanto descafeinada sin el delito de prevaricación.
Lo cierto es que las
medidas más contundentes por parte del equipo de gobierno llegaron en 2022, con la querella ya presentada en los juzgados.
La discoteca Opium fue uno de los patrocinadores del
coche de carreras del piloto Cristian Broberg Muñoz, hijo de la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz.
Por la vía contencioso-administrativa, los vecinos lograron recientemente que el Ayuntamiento revocara la licencia que había vuelto a conceder a la discoteca.
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