El Faro de Marbella es uno más de la larga lista de proyectos anunciados de forma constante durante años por la alcaldesa, Ángeles Muñoz, y que se quedan solo en repetidos titulares para la prensa.
Son ya cinco años de promesas para que, a día de hoy, las instalaciones estén sin tener un uso público, como se ha estado anunciando durante este tiempo.
Los engaños adquieren mayor dimensión, ya que se anunciaron proyectos sin que el Faro fuera siquiera de titularidad municipal.
En
agosto de 2018, el entonces concejal de Medio Ambiente,
Manuel Cardeña, ya dijo que tras ese verano se iban a licitar las obras para destinarlo a uso público.
Aseguró, incluso, que se iban a
invertir 400.000 euros, que estaban ya previstos en los presupuestos municipales.
Todo mentira, porque las instalaciones no eran de titularidad municipal y nada se pudo hacer, salvo mentir, una vez más, a la ciudadanía.
En
junio de 2019, el Pleno aprobó el
gasto anual que iba a tener el recinto para las arcas públicas, que ascendía a cerca de
90.000 euros, incluyendo el canon y las facturas de electricidad y agua.
La
inversión prevista en aquel momento para la rehabilitación de los dos edificios adyacentes al Faro ascendía ya de
900.000 euros.
Pero no fue hasta los
primeros meses de 2020 cuando se cerró el expediente para la cesión, que se formalizó con un acto público el
15 de julio de 2020.
Desde entonces, no se ha realizado ninguna de las actuaciones previstas para crear
un Aula del Mar, con zonas para exposiciones y eventos, y la sede permanente de la oficina de la Agenda 2030.
Durante la presentación de los
presupuestos municipales para 2022, Ángeles Muñoz citó la rehabilitación del Faro como uno de los objetivos. Una promesa más incumplida.
Hemeroteca
En
enero de 2016, con el
socialista José Bernal como alcalde, el pleno del Ayuntamiento respaldó al equipo de gobierno para que llevara a cabo las gestiones para conseguir la cesión y que, a propuesta del PP, se intentara sin que hubiera que abonar
ningún canon.
En aquel momento, el
concejal popular Carlos Alcalá acusó al alcalde de querer pagar un canon a la Junta y pidió que se eximiera al Ayuntamiento de ello.
Había sido en enero de 2014 cuando
Puertos del Estado, organismo que depende del Gobierno, entonces del PP, impulsó el
proyecto "Faros de España", que fomentaría el uso hotelero en los espacios que no se utilizaran para actividades marinas.
En mayo de 2015, desde la
Autoridad Portuaria se abrió un concurso público para la Farola de Málaga y el Faro de Marbella.
Por hacerse con las instalaciones marbellíes
se interesaron dos empresas, una de ellas la local Bullwood Luxury S. L., que fueron desestimadas y se decidió su uso público.
En 2012, la Junta había invertido más de 80.000 euros en la rehabilitación del faro y la zona anexa.