Tras el empate del domingo ante el Algeciras, que culminó una pésima racha de dos puntos sumados en las seis últimas jornadas, los acontecimientos se han precipitado este lunes por la mañana en el seno del Marbella FC.
El club no tenía intención de destituir a Loren pese esa dinámica negativa ya que solo quedan tres jornadas y el objetivo de la permanencia parece muy cerca. Pero ha sido el propio técnico el que ha dado el paso.
Esta mañana tiraba la toalla y ponía su cargo a disposición de la directiva. Dejaba la decisión, por tanto, en manos del presidente, Alexander Grinberg, que optó finalmente por el relevo en el banquillo pese a lo poco que resta para el final de liga.
Con él se marchan sus ayudantes, Antonio Sánchez y Andrés Ramos. En el club permanecen el preparador físico, José David Sigüenza, y el de porteros, Alejandro Ávila.
Esta tarde, en una rueda de prensa, se han ofrecido las explicaciones ante los medios de comunicación, en un clima muy cordial y en el que se ha puesto por delante en todo momento la necesidad de que el equipo mantenga la categoría.
Tristeza
"Es una tarde muy triste para mí porque es una decisión que me ha costado tomar pero creo que era lo más conveniente por el bien del Marbella", ha comenzado señalando.
Loren considera evidente que "el mensaje no le llega a los futbolistas" y, por tanto, su salida era la "mejor decisión". El técnico acabó abatido tras el encuentro ante el Algeciras. "No tenía fuerza", dijo, y pidió perdón por no haber acudido a la sala de prensa al encontrarse indispuesto.
La noche fue dura para el técnico, según ha explicado. "No he dormido y sin consultar a nadie tomé esta decisión, ni mis compañeros sabían nada", sostuvo.
"Creo que lo idóneo es que venga otra persona y dé otro mensaje, los futbolistas deben pensar que son buenos y que lo demuestren, es necesario cambiar la dinámica", señaló.
El ya exentrenador del equipo no quiso lanzar críticas. "No me voy defraudado con ningún jugador, sería injusto señalar a alguno ahora, espero que con mi salida se liberen".
"Me quito de en medio porque creo que es lo mejor para el club", explicó, y añadió que "me han matado con muchas críticas pero estoy muy orgulloso de mi trabajo".
La decisión de poner su cargo a disposición del club considera que ha sido "la más dura de su vida", junto al nacimiento de sus dos hijos, momento en el que no pudo estar. "Es el trago más grande que he tenido que afrontar", insistió.
Loren dijo que va a serguir apoyando al club, del que continuará siendo socio, y dejó la puerta abierta a volver en el futuro. Considera que su balance es bueno. "Cogí al equipo penúltimo, se salvó y lo dejo décimo", sostuvo.
"Ahora hay que pensar en quien llegue, en apoyarle y ganar el próximo domingo al Betis B, allí juega mi hijo pero yo quiero que gane el Marbella", reconoció.
Presidente
Palabras cordiales también las del presidente, Alexander Grinberg, quien se centró principalmente en hablar de la persona y no del entrenador, una delimitación que resultó muy elocuente.
"No voy a tocar la parte deportiva, pero Loren es una persona grande en Marbella, fiel a su ciudad y la gente debe estar orgullosa de él", dijo, y consideró que este lunes era un "día muy difícil para el club".
Grinberg aprovechó su comparecencia para pedir a la afición que acuda el domingo al estadio para apoyar al equipo.
El director general del club, Teo Bravo, deseó a Loren la "toda la suerte" y justificó que "los resultados y la dinámica no eran los adecuados", motivo por el que se llegaba a una "decisión de este tipo". Pese a ello, le dijo que "tendrá siempre abiertas las puertas".
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