En Andalucía hay
163 establecimientos de playa, casi un tercio del total, que tienen problemas con la Ley de Costas o los criterios de ocupación del dominio público marítimo-terrestre.
La mayor parte de los informes desfavorables se acumula en la
provincia de Málaga, con 72, seguida por Huelva con 37.
Por municipios,
Marbella (16) y Mälaga (12) son los que cuentan con más chiringuitos que incumplen la normativa.
Son datos publicados recientemente por "elDiario.es", que los ha obtenido desde el Ministerio de Transición Ecológica.
La normativa de la Junta de Andalucía es mucho
más laxa y suele existir una mayor permisividad.
El Estado exige, respaldado por el Tribunal Supremo, que así lo interpreta, que los establecimientos
desempeñen una función o presten un servicio que obligue a que estén en plena playa.
También es necesario que haya una
distancia sobre la orilla del mar, porque si no estos establecimientos quedan expuestos a los temporales. En Marbella es muy habitual encontrar chiringuitos a escasos metros del mar.
Además, se suele incumplir también la
extensión permitida, que es de 200 metros cuadrados, de los cuales 150 son edificación y el resto terraza, más 70 de ocupación abierta.
En Marbella han sido varias las denuncias realizadas desde
Ecologistas Malaka sobre la solicitud de autorizaciones de chiringuitos con sótano de hormigón.
A finales del año pasada, se consiguió parar una licencia en la
playa de Guadalmina, también con el rechazo del campo de golf existente, que pesó bastante.
En septiembre de 2002, este grupo ecologista reclamó a la Junta y a Costas la retirada de
un depósito de gas licuado de petróleo (GLP) que en la playa de Río Real de Marbella consideraban que invadía el dominio público.
En esta misma zona, también se denunció que se había arrasado la
duna primaria de la playa de poniente de la desembocadura de río Real.
Se referían a la "reinstalación de un quiosco-chiringuito, con una terraza, un punto de espeto, más una zona de 200 hamacas".
Recientemente, Izquierda Unida criticó la nueva
ordenanza de playas por, entre otros asuntos, "no limitar espacios de uso, ni retirar estructuras que ocupan espacio y están sin uso".
Citaron el caso del
Trocadero en Río Real, que "tiene dos estructuras al sur de la pasarela que ocupan espacio de dominio público y son innecesarias, porque no les basta con la ocupación ilegal de la terraza del chiringuito, que ocupan aún más zona".
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