Poco después de las 10:00 horas, con la presencia del pendón de la ciudad y de las autoridades locales a la puerta del Ayuntamiento, y tras sonar el himno nacional, ha comenzado este acto, primero en el día grande de Marbella, que ha tenido carácter cívico-religioso.
En ella se recuerda la toma de la ciudad por parte de los representantes de los Reyes Católicos a los musulmanes, sin derramiento de sangre, un 11 de junio de 1485, por tanto, hace 532 años.
La comitiva ha contado con dos bandas de música, la de la Pollinica, abriendo, y la banda municipal, cerrando el cortejo.
Desde la plaza de Los Naranjos se ha tomado dirección a la iglesia de la Encarnación, donde se ha unido el párroco, José López Solórzano, y los miembros de la Hermandad de Romeros de San Bernabé.
Después, por las calles Caridad y Misericordia, se ha llegado hasta la plaza Altamirano, rumbo a Puente Málaga, para enfilar por la calle Málaga hacia la Cruz del Humilladero.
Allí han tenido lugar las ofrendas florales por parte de las reinas y damas de la Feria y también del alcalde, José Bernal. A continuación, se ha procedido, como cada año, a entregar las medallas de "Marbellero de Honor", que otorga la Asociación de Vecinos Huerto Porral.
Este año, los reconocimientos han sido para el joven Pablo Ráez, símbolo de la lucha contra la leucimia, a título póstumo, y también para el director de Cope Marbella, José Antonio Gómez.
La mañana ha sido muy soleada, ya con bastante calor desde estas horas iniciales. Desde allí, la comitiva ha retornado hasta la iglesia de la Encarnación, donde a las 12:00 horas ha comenzado la misa en honor del patrón.
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