Al final ha imperado la cordura en el Ayuntamiento de Marbella y no habrá pleno extraordinario presencial como estaba previsto con la participación de nueve concejales este jueves.
Esta misma mañana, en Junta de Portavoces, se ha decidido no realizar la convocatoria y que sea la alcaldesa quien tome las decisiones que considere oportunas vía decreto durante el estado de alarma.
Tanto PSOE como Cs han estado reclamando durante los últimos días que el pleno se celebrase de
forma telemática o, en su caso, que no se llevara a cabo y los acuerdos necesarios los adoptase directamente la alcaldesa.
Además, existe un borrador de informe en el que el Secretario municipal
desaconseja la celebración del pleno en formato presencial.
También, el
Ministerio de Política Territorial hizo púbica hace unos días una nota informativa, con abundante normativa legal, en la que recomendaba las sesiones telemáticas.
Finalmente, esta vía ha quedado descartada en Marbella ya que el
Secretario considera que no ofrecía garantía jurídica para dar validez a los acuerdos que se tomaran.
En otros municipios cercanos como Antequera se va a utlizar ese sistema a distancia y cuesta entender que el Consistorio de Marbella, donde se presume constantemente de avances digitales, no pueda hacerse.
Por tanto, la decisión final ha sido
no convocar la sesión extraordinaria y que los acuerdos que están previstos, alguno tan importante como las
ayudas sociales por el coronavirus, los tome la alcaldesa y en el futuro rinda cuentas ante la Corporación.
En la Junta de Portavoces de esta mañana, realizada de forma telemática a través del programa Microsoft Teams, los representantes del equipo de gobierno han vuelto a insistir en la sesión presencial, aunque han terminado cediendo.
Por tanto, la decisión de utilizar
un millón de euros del superávit del año pasado para ayudas sociales por la crisis del coronavirus la tomará la alcaldesa si necesidad de pleno extraordinario, que parece la decisión más lógica posible.
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