Desde IU se considera “muy grave que en temporada de baños una de las playas más céntricas de Marbella esté acordonada y exhale malos olores a consecuencia de vertidos fecales que llegan hasta el paseo marítimo, además del riesgo sanitario que lleva aparejada esta circunstancia”.
Miguel Díaz explica que “por más que la alcaldesa quiera enterrar el problema taponando el cauce, su incompetencia aflora y provoca importantes perjuicios medioambientales y para la imagen turística de la ciudad".
Recuerdan que en octubre de 2009, en una "propagandística aparición con botas de agua, casco y chaleco fluorescente incluidos", Muñoz anunció que las obras de un nuevo colector en Arroyo de la Represa solucionarían el problema. "Se gastaron 745.000 euros de los fondos Feil del Gobierno de España y todo igual, cada verano los mismos malos olores, vertidos y la playa clausurada”, añaden.
Monterroso recuerda que en mayo del pasado año la formación de izquierdas denunció esta situación y solicitó al Gobierno del PP una actuación urgente. Sin embargo, apunta, “la pésima reacción consistió, como en este año, en la instalación de unas vallas inútiles para camuflar el nauseabundo hedor que se desprende de la desembocadura del arroyo y que es perceptible incluso desde el Paseo Marítimo”.
“No es esta la imagen que la ciudad tiene que ofrecer a unos turistas que creen que vienen a un destino de excelencia y de los que depende el principal sector económico del municipio. Los vecinos de la zona también se ven gravemente afectados por el mal olor del canal, ya que se propaga a bastante distancia”, añade.
El concejal señala que “la solución inteligente pasa por eliminar los vertidos en toda la cuenca del arroyo de La Represa, garantizar la limpieza del embovedado y de las arenas afectadas por estos vertidos y que se obligue a Aquagest a seguir sellando los puntos de vertidos, como el último de la zona de Miraflores”.
Los concejales de IU exigen al Equipo de Gobierno que “deje de recurrir a parches provisionales para tratar de disimular un grave problema que persiste durante todo el año y que adquiere especial dramatismo en las temporadas altas y la llegada de turistas".
En este sentido, instan al ejecutivo local a que obligue a la empresa responsable en la materia, Hidralia (antes llamada Aquagest), y que se "lucra con el suministro de agua y cobra un impuesto por saneamiento", a que acabe de una vez por todas con el vertido de aguas fecales al litoral. “La empresa percibe de los ciudadanos tasas desorbitadas que tendría que emplear en poner remedio a estos problemas”, señala Monterroso.
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