Con gran parafernalia, y una amplia presencia de concejales en la planta baja del Ayuntamiento, el PP local ha escenificado una petición que siempre criticó con dureza a los grupos de la oposición durante sus ocho años de gobierno.
Años atrás, consideraban la convocatoria de plenos extraordinarios como un "arma de confrontación" o de "ingeniería política" y llegaban incluso a criticar a los concejales de PSOE, OSP e IU por su intención de llevarse los 400 euros de cada sesión.
Haciendo ahora las cuentas, esta convocatoria costará a las arcas municipales 5.200 euros, que percibirán 13 concejales, 12 del PP y uno de CSSP, ya que los portavoces liberados no reciben esta asignación. En total, este mes de abril, añadiendo la sesión ordinaria, habrá que pagar 10.400 euros.
Al PP nunca le gustó que se pidieran estos plenos. Incluso, en febrero de 2015, tras presentar los grupos de la oposición una solicitud para tratar, entre otros temas, el polémico deslinde, Ángeles Muñoz respondió convocando
otro pleno extraordinario el mismo día contra la Junta de Andalucía.
En mayo de 2014, pidieron uno para que la alcaldesa explicara sus inversiones en Luxemburgo, que colocó
a las 15:00 horas de la tarde, justo después de la sesión ordinaria correspondiente a ese mes. Antes, puso
todo tipo de trabas para intentar evitar que se convocara.
Al PP nunca le gustaron esta convocatorias ya desde su primer madato y llegó incluso a demorarlas, motivando la intervención del Secretario municipal o, como en 2007, colocó la sesión el día de Nochebuena.
En enero de 2014, la oposición pidió otro para que se diera marcha atrás en el proyecto de los rascacielos, algo que finalmente ocurrió. El 27 de mayo de 2013 se celebró uno sobre el proyecto de ampliación de La Bajadilla. En el año 2012, se llegó a celebrar un pleno extraordinario el 21 de diciembre.
Pues bien, lo que en su día no les gustaba que hiciera la oposición, ahora solo han tardado diez meses en hacer lo mismo. Esta mañana han pedido su primer pleno extraordinario. Lo fundamentan, no podía ser de otra forma, en los mismos argumentos que utilizaban los grupos del ahora tripartito.
La idea es clara, señalar al nuevo equipo de gobierno con los mismos errores que les achacaban a ellos. Insisten en la falta de transparencia y en el "rodillo" y la "censura" a las propuestas que intentan llevar a los plenos. Se quejan de poder presentar solo dos, cuando antes en ocasiones
no dejaban a la oposición llevar ninguna.