Este día es el primero realmente multitudinario de la Semana Santa de Marbella, una jornada ya festiva y con la ciudad llena de turistas que quieren disfrutar de las procesiones.
Además, el tiempo ha acompañado, en una noche excelente, algo fresca, pero sin ninguna amenaza de lluvia, para poder seguir sin problemas a una de las hermandades más arraigadas como es la del Cristo del Amor.
El desfile ha tenido la novedad importante del cambio en el recorrido, que ha hecho al revés. Los tronos han salido desde la ermita de Santiago, pero han girado a la izquieda para coger la calle Estación y llegar la plaza de la Victoria, subir por calle Peral y, a través de la Muralla, llegar a Puente Málaga.
Los antiguos caballeros legionarios de Torremolinos. (Foto: J.C.A.)
El regreso, tras pasar por Ramón y Cajal, de nuevo por la Plaza de la Victoria y la calle Estación. Se ha variado, por tanto, el paso por la plaza de la Encarnación, donde en otras ocasiones se hacía la liberación de un preso. En esta ocasión, por tercer año consecutivo, no ha sido posible.
El desfile procesional arrancó a las ocho de la tarde, la hora prevista a la que se abrían las puertas de la ermita de Santiago para que saliera el Cristo del Amor, una talla de Juan Manuel Miñarro sobre un trono de Francisco Palma Burgos.
En la plaza de Los Naranjos, como es habitual, no cabía un afiler, con todos las calles adyacentes llenas de gente. Presencia también, muy llamativa, de la Banda y Escuadrón de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Torremolinos.
El trono de San Juan Evangelista, saliendo a la plaza de Los Naranjos. (Foto: J.C.A.)
Miembros de La Pollinica han hecho una ofrenda floral y han dado el primer toque de campana al Cristo del Amor, que ha avanzado con paso lento por la plaza de Los Naranjos.
Después, ha salido San Juan Evangelista, una talla del siglo XVII atribuida a Pedro de Ocampo, acompañada por la Agrupación Musical de La Pollinica. La ofrenda floral y el toque de campana ha corrido por cuenta de la Hermandad del Nazareno.
Y para cerrar, María Santísima de la Caridad, una espectacular talla de Francisco Pinto Barraquero, que procesionó majestuosa bajo palio. En este caso, la ofrenda floral y el toque de campana lo hizo la Hermandad de El Rocío.
La Virgen de la Caridad, a su salida de la ermita de Santiago. (Foto: J.C.A.)
Destaca ha sido la presencia de la saetera María del Carmen Molina, que ha cantado en la Plaza de la Victoria al inicio de la procesión, y también en Puente Málaga, desde un balcón frente a la tribuna de venia.
El desfile ha contando además con la presencia de los grupos jóvenes de las distintas cofradías, que han procesionado delante de San Juan Evangelista.
Tras el recorrido, en el que se ha escuchado en repetidas ocasiones el "Novio de la Muerte", los tronos han regresado a la plaza de Los Naranjos poco después de la medianoche para proceder al encierro. Se han mecido mientras se cantaba la Salve y la brillante estación de penitencia ha concluido tras cinco horas.
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