En una noche excelente, con muy buena temperatura, la procesión ha arrancado a las 20:00 horas, aún con la luz del día, debido a la celebración de la Semana Santa este año en abril.
Marbella ha estado llena, en el que siempre es el primer día realmente multitudinario, ya en jornada festiva y con la llegada de miles de turistas que quieren disfrutar de la ciudad y de las procesiones.
Por
cuarto año consecutivo, la cofradía del Cristo del Amor no ha podido cumplir con la tradición de liberar a un preso, ya que el Gobierno no atendió ninguna de las dos propuestas de indulto que se plantearon.
De esta forma, se volvió a repetir el recorrido que ya se puso en marcha el año pasado, al revés del que era habitual, sin pasar por la plaza de la Encarnación.
Los antiguos caballeros legionarios de Torremolinos, en Marbella este Jueves Santo. (Foto: J.C.A.)
Los tronos han salido desde la ermita de Santiago, pero han girado a la izquierda para coger la calle Estación y llegar la plaza de la Victoria, subir por calle Peral y, a través de la Muralla, llegar a Puente Málaga.
El regreso, tras pasar por Ramón y Cajal, de nuevo por la Plaza de la Victoria y la calle Estación.
El desfile procesional arrancó a las ocho de la tarde, la hora prevista a la que se abrían las puertas de la ermita de Santiago y el primer protagonista era Felipe Campuzano, que ha puesto la música y también un texto escrito para la ocasión.
Después ha salido el Cristo del Amor, una talla de Juan Manuel Miñarro sobre un trono de Francisco Palma Burgos.
San Juan Evangelista, iniciando el recorrido procesional desde la ermita de Santiago. (Foto: J.C.A.)
En la plaza de Los Naranjos, como es habitual, no cabía un afiler, con todos las calles adyacentes llenas de gente. Todo bien organizado, con vallas, y, como está siendo habitual, amplia presencia policial.
La parte más llamativa para el público, como siempre, es la Banda y Escuadrón de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Torremolinos.
Mientras entonaban el "Novio de la Muerte", el Cristo del Amor ha avanzado con paso lento por la plaza de Los Naranjos.
A continuación, ha salido San Juan Evangelista, una talla del siglo XVII atribuida a Pedro de Ocampo, acompañada por la Agrupación Musical Virgen de las Angustias de Granada.
La Virgen de la Caridad, saliendo de la ermita de Santiago. (Foto: J.C.A.)
Y para cerrar, María Santísima de la Caridad, una espectacular talla de Francisco Pinto Barraquero, que procesionó majestuosa bajo palio junto con la Asociación Musical La Lira de Iznájar.
Tras el recorrido, en el que se ha escuchado en repetidas ocasiones el "Novio de la Muerte", los tronos han regresado a la plaza de Los Naranjos. El Cristo del Amor llegaba unos instantes antes de la medianoche.
Se han mecido mientras se cantaba la Salve y la brillante estación de penitencia ha concluido, sin prisa, tras algo más de cinco horas y media.
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