Pocos instantes después de las 20:30 horas se abrían las puertas de la ermita del Santo Cristo para iniciar un año más la procesión, que abría una nueva Cruz Guía, muy bonita, obra de Juan Carlos García Díaz.
En esta ocasión, cielos despejados, dando tranquilidad a los cofrades y al público, que ha podido disfrutar de una gran noche, olvidando ya de manera definitiva la del año anterior, cuando hubo que hacer un trayecto corto por la amenaza de lluvia.
Sorteando como cada año la columna que sostiene el coro de la ermita, salía primero el Cristo Atado a la Columna, precedido por nazarenos con túnica verde y capirotes blancos y por las mantillas.
Acompañado por la Agrupación Musical de La Pollinica, que ha entonado "La Saeta" para comenzar, el Cristo ha enfilado la calle Ancha. Tras él, muchos niños y niñas del Grupo Joven.
.jpg)
La nueva Cruz Guía, obra de Juan Carlos García Díaz. (Foto: J.C.A.)
Enseguida, la primera saeta, espectacular, desde uno de los balcones. A continuación, ha salido la Virgen Blanca, con sus nazarenos con túnicas blancas y capirotes verdes y la compañía de la Banda de Música Alhaurín el Grande "Los Moraos".
Tras llegar a Puente de Ronda, los tronos enfilaron por la estrecha calle Remedios, rozando los balcones y obligando al poco público que cabía a pegarse al máximo a las paredes.
El giro para tomar la calle Virgen de los Dolores y bajar su pendiente fue uno de los momentos en los que también los hermanos de trono tuvieron que demostrar su destreza.
Recorrido descendente para realizar la Estación de Penitencia en la parroquia de La Encarnación. En la plaza, los dos tronos se han cruzado, uno camino ya de la calle Trinidad y el otro para entrar al templo.
Después, paso por la plaza del Santo Sepulcro, donde ha tenido lugar la solicitud de venia y la ofrenda municipal, que ha realizado la primera teniente de alcalde, Blanca Fernández.
La Virgen Blanca, a su salida del templo, en una noche espléndida. (Foto: J.C.A.)
De ahí, el cortejo continuó hacia las calles Arte y Portada para enfilar uno de sus puntos más emblemáticos, la calle Lobatas, con el giro casi imposible hacia Altarazanas, probablemente el más difícil de toda la Semana Santa de Marbella, salvado con maestría una vez más por los hombres de trono.
La parte final del recorrido, bajando por Aduar hasta la calle Peral para coger de nuevo la calle Ancha hacia la plaza del Santo Cristo, donde ha tenido lugar el encuentro de ambos tronos, alzados a pulso, en uno de los momentos más emotivos de la noche.
Después, los portadores se han intercambiado los tronos y ha vuelto a mecerlos frente a frente, para dar paso a la saeta del Chato, momentos antes de que ambos tronos regresaran a su templo, tras entonarse la Salve, a las 2:00 de la madrugada, tras cinco horas y media de procesión.
Noticia relacionada:
- Herido un portador de la Columna al desprenderse el brazo de una talla
Establecer como página de inicio
Añadir a favoritos
