Esta herramienta, pionera en Marbella, tiene como objetivo “establecer los principios básicos que los responsables municipales tenemos que respetar en el desempeño de nuestras tareas, tanto en el ámbito de gobierno como de la administración”, ha señalado el concejal de Participación, Miguel Díaz.
Todo ello con el fin de “avanzar hacia una democracia real en el municipio a través de un sistema que garantice un gobierno ético, transparente y que permita la participación de los ciudadanos”, además de cumplir al cien por cien con las indicaciones que marca Transparencia Internacional.
El Código de Buen Gobierno, cuya redacción está basada en el texto de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), está dirigido a todos los concejales de la Corporación municipal, cargos directivos de las diferentes áreas y habilitados nacionales.
Su contenido se articula en torno a cinco ejes que incluyen, entre otros aspectos, el régimen de incompatibilidades y retribuciones, las relaciones entre los cargos electos y empleados públicos o compromisos éticos en materia de conflictos de intereses.
Esta iniciativa se completa con la redacción de una ordenanza específica en materia de transparencia y la implantación de los presupuestos participativos que permitirán a los vecinos diseñar su modelo de ciudad.
Hay que recordar que la aprobación inicial de este Código de Buen Gobierno se realizó en el pleno de febrero y contó con la abstención del Partido Popular.
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