Inicialmente se pensaba que había entrado en la cárcel, pero finalmente se ha comprobado que no ha sido así y además se desconoce su paradero, por lo que la Sala ha tomado las medidas oportunas.
Sobre Hoffmann, uno de los considerados testaferros de Juan Antonio Roca, que llevaba sus negocios a nivel internacional, pesa una condena de cinco años de prisión por delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública.
Además, debe pagar una multa de 17 millones de euros y una responsabilidad civil.
Su orden de busca y captura se une a la que ya se dictó contra el empresario Andrés Liétor, que además tenía previamente otras dos dictadas por juzgados de lo Penal de Madrid.
Tampoco han entrado en prisión otros cuatro condenados, que han presentado distintos argumentos que estudia la Sala. Otro testaferro de Roca, Celso Dema, y el exconcejal Rafael Calleja han alegado motivos de enfermedad, que ahora deberán acreditar con informes médicos.
El empresario Massimo Filippa quiere cumplir la pena en una cárcel de Italia, por lo que ha iniciado los trámites para ello.
Y, por último, el constructor Carlos Sánchez ha presentado un escrito sobre una comparecencia judicial que tiene que realizar estos días en la República Dominicana, en un caso en el que es perjudicado, y sobre lo que también decidirá el tribunal malagueño.
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