Las tan anunciadas medidas económicas para hacer frente a los efectos de la crisis en Marbella empiezan a tonarse cada vez más insuficientes, más aún cuando se mira lo que están haciendo otros municipios cercanos.
El de Benalmádena ha decidido
retrasar el pago de los dos primeros recibos del
Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los vecinos para aliviar su situación durante la pandemia.
Exactamente, la medida consiste en aplazar un mes esos pagos. El primero, se girará el 5 de junio en lugar del 5 de mayo, y el segundo se pasará el 5 agosto.
Se trata de un impuesto que deben pagar todos los ciudadanos que tienen una vivienda y que en Marbella supone la recaudación de casi 120 millones de euros.
Pero, dentro de las medidas económicas que ha puesto en marcha la alcaldesa,
Ángeles Muñoz, para paliar los efectos de la crisis hay muy pocas vinculadas al IBI.
Para los vecinos, en concreto, no se ha tomado ninguna decisión y, únicamente, se ha planteado una
bonificación del 25% para los empresarios, aunque con la condición de que mantengan el empleo previo a esta situación.
Con 5.000 empleos destruidos en el municipio en marzo, resulta difícil que algúno pueda acogerse a esta bonificación de dudosa eficacia por tanto.
Además, en muchos negocios, el IBI de los locales no lo paga el inquilino, sino que corre por cuenta del propietario.
El Ayuntamiento está publicitando como consecuencia del coronavirus una bonificación del 50% para
familias numerosas que ya existe en la actual ordenanza fiscal, por lo que no hay novedad.
Desde los partidos de la oposición, el portavoz del PSOE,
José Bernal, ha reclamado que se “levante la presión fiscal” sobre los vecinos más necesitados y que se tomen medidas más allá de las bonificaciones anunciadas.
La concejala de Ciudadanos,
María García, solicitó "bonificaciones en el IBI para aquellos ciudadanos que como consecuencia de la crisis hayan perdido su trabajo".
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