El contrato de las obras se adjudicó recientemente a la empresa Bilba Constructora, que tiene un plazo de ejecución de 12 meses.
Después llegará la parte más complicada, con negativas experiencias anteriores como en el hospital de Estepona, que será
dotar el centro de salud con material y personal sanitario.
Esta parte la tendrá que acometer obligatoriamente la Junta que, de momento, se va a
ahorrar la construcción del ambulatorio.
Y es que, como ya hemos informado reiteradamente,
el Ayuntamiento de Marbella pagará las obras, pese a que son competencia autonómica.
De las arcas municipales saldrán los
1.987.262 euros, que serán un regalo a la Junta de Andalucía, una fórmula a la que siempre se opusó Ángeles Muñoz cuando gobernaba el PSOE.
Ahora, y pese a que se han pedido
dos créditos bancarios para cuadrar los prespuestos municipales, no hay problema para abordar estas actuaciones.
Muñoz ha acudido esta mañana a lucir su generosidad acompañada por el mentiroso
Carlos Bautista, el delegado de Salud de la Junta en funciones.
También han asistido
supuestos líderes vecinales, a los que no se conoce ni una sola reclamación al Ayuntamiento durante los 13 años de Ángeles Muñoz como alcaldesa.
Su representatividad es nula, pero incluso alguna se ha atribuido la representación, nada más y nada menos, que de
todos los vecinos de Marbella.
El nuevo centro sanitario, con una superficie construida de
1.928,65 metros cuadrados, contará con 24 consultas, 10 salas de espera, obstetricia, pediatría, fisioterapia, diagnóstico por imagen, rehabilitación y sala de reuniones, entre otros servicios.
Se ubica, como es conocido, en el
antiguo edificio de Urbanismo, emblemático durante la época del GIL, que es propiedad de la Junta y solo lo ha cedido temporalmente al Ayuntamiento para que haga las obras.
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