El pasado 17 de febrero, desde este establecimiento hotelero informaban de la aparición de restos humanos, quizá de los siglos XVII y XVII, en las inmediaciones del Castillo de San Luis, declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
Ahora, casi un mes después y, aunque todavía continúan los estudios, la Delegación de Cultura señala que se trata de
una necrópolis medieval, con lo que sería aún más antigua que las primeras estimaciones.
Tras comunicar a la Junta de Andalucía el descubrimiento, se ha iniciado una
excavación arqueológica con objeto de permitir conocer y exhumar los vestigios encontrados.
Según el Ayuntamiento, los primeros indicios muestran que
las personas inhumadas son anónimas, se encuentran sepultadas de forma austera en cavidades simples, excavadas en la tierra y sin ningún tipo de cobertura o muros.
Tampoco se ha encontrado ajuar, salvo algunos
trozos de vasijas que se espera permitan conocer aspectos relacionados con los hábitos sociales, económicos y culturales de la época.
El arqueólogo encargado de los trabajos,
José Antonio Valiente, considera que los trabajos se prolongarán varias semanas.
Hasta el momento se puede afirmar que se trata de un ejemplo de
necrópolis tradicional, situada fuera de las murallas de la ciudad, aunque aún existen pocos datos para fechar con precisión el momento de uso de este recinto.
Será a la finalización de la intervención arqueológica cuando se disponga de toda la información obtenida en el trabajo de campo y entonces se podrá realizar el correspondiente estudio final que reflejará el desarrollo y los resultados.
La directora general de Cultura,
Carmen Díaz, ha señalado que estamos ante "una muestra más del importante legado histórico de la ciudad”.
Desde la Delegación, recuerdan que no es la primera vez que se encuentran restos humanos en el centro histórico, ya aparecieron sepulcros en la plaza de la Victoria, en la plaza del Santo Cristo y en el Convento de la Trinidad.
Esta necrópolis se suma a las anteriores, aunque es la primera vez que se encuentran enterramientos de este tipo.
En junio de 2020, la rehabilitación del
antiguo Hotel La Fonda, en la plaza del Santo Cristo, dejó a la luz una gran necrópolis que se extendía incluso más allá de los límites del recinto.
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