Semana horribilis para la desaparecida Ángeles Muñoz

Semana complicada y 'horribilis' la que se cierra este domingo para la desaparecida alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, a la que se le acumulan los problemas pero, como es habitual, con ella no va nada. En el PP se disparan los nervios con el caso del enchufismo en la Delegación de Limpieza y la citación para declarar del 'niño bonito' de la regidora. Y, para colmo, nuevo revés urbanístico, en el que tampoco asumirá ninguna responsabilidad. 

La exposición pública de Muñoz está siendo muy reducida en este mes de febrero, con lo que a ella le gusta una cámara. Esta semana no ha comparecido y solo se ha enviado a los medios una fotografía, ahí es nada el morbo, junto a la embajadora de Luxemburgo. 

La agenda municipal es de risa cada día, sin asuntos que plantear a la ciudadanía, y es que la nueva mayoría absoluta le permite a estas alturas hacer lo que le dé la gana. Ya aparecerá cuando falten unos meses para que haya que ir a votar, es la historia de siempre.

Fue el 'pequeñín', que cayó en desgracia tras dejar una factura de 14.000 euros en teléfono, el que recuperó el favor de su jefa tras ganarles las elecciones colocando a 300 personas en la Delegación de Limpieza en la misma cara de la oposición. 

A estos trabajadores, te lo cuentan ellos mismos, les pidieron que buscasen, entre sus allegados y familiares, votos para Ángeles Muñoz. El resultado, ya lo vimos el pasado mes de mayo. 

Las cosas en Limpieza estaban bien atadas, con un trozo del pastel para todos pero, como le ocurrió a los romanos en la Galia, surgió la aldea de Astérix, aquí en forma de un sindicato valiente, el Sepma. 

Así, las prácticas en la Delegación de Limpieza llegaron a la Fiscalía, que dio traslado rápido al juez, el asunto está bastante claro, tras apreciar indicios de los delitos de prevaricación y fraude en la contratación.

Las diligencias están abiertas desde el pasado verano y en el equipo de gobierno no las tienen todas consigo y están muy nerviosos, quizá porque la causa no está en el juzgado de Dívar, vete tú a saber. 

Diego López tendrá que acudir en breve a dar explicaciones delante del juez, ¡vaya momentazo! Ha sido citado a declarar, como testigo, eso sí, pero por tanto no podrá mentir, ¡menuda faena!. 

En el PP piensa que a él no le va a afectar este asunto, judicialmente hablando, se entiende, porque es evidente que enchufó a su tío y a su primo en la Delegación de Limpieza. Si esto es un delito, lo tendrá que decir la Justicia, pero cuando menos es muy poco ético. 

Total, que el 'niño bonito', le vuelve a dar dolores de cabeza a la lideresa, ahora que había recuperado su favor. 



Y es que no está Ángeles Muñoz para disgustos, tan feliz tras recuperar la mayoría absoluta, pero esta semana se le han acumulado en forma también de un nuevo revés urbanístico. 

La decisión del TSJA de anular un acto administrativo como fue la aprobación del texto refundido del PGOU del 86 que hizo el PP en septiembre de 2017, nada más regresar a la alcaldía tras la moción de censura, no parece que vaya a tener mucha trascendencia. 

En primer lugar, estamos ante una sentencia que no es firme. Lo normal es que el Ayuntamiento recurra al Tribunal Supremo, que decidirá, seguro, cuando lo mismo ya tengamos el nuevo PGOU. 

Si lo hace antes, tendríamos un texto refundido anterior que, en todo caso, es un documento destinado a facilitar el trabajo. 

Por tanto, la responsabilidad tiene que ser política por distintos motivos. Estamos ante un nuevo varapalo, como el de noviembre de 2015, cuando el Alto Tribunal anuló el PGOU de 2010 que había hecho Ángeles Muñoz. 

Ella, y sus acólitos, repiten de manera constante que fue un Plan elaborado por la Junta, pero eso es una media verdad, porque efectivamente se hizo en Sevilla, pero se retocó en Marbella como quiso la alcaldesa, cambio de lindes a última hora incluido, una asunto este último aún por aclarar en la Audiencia Provincial. 

Eso, por un lado, porque por otro el TSJA dice de forma clara que la aprobación del refundido "no se acomoda a ningún procedimiento legal", vamos que lo hicieron como les vino en gana, con desprecio absoluto por cualquier normativa. 

Estas son las formas que utiliza esta alcaldesa y su equipo de gobierno, que son los que han querido los ciudadanos que estén al frente de la elaboración del nuevo PGOU y tengan el futuro de Marbella en sus manos. Apañados vamos.