Marina Castro termina como cuarta mejor española en la Copa de Europa

La ciudad de Malmö acogía el pasado fin de semana la celebración de una nueva prueba de la Copa de Europa. La triatleta marbellí Marina Castro volvía a formar parte de un equipo español que tenía a Tamara Gómez, actual campeona de España y medalla de bronce europea, como mejor baza.

Castro afrontaba la prueba con ilusión por ser su primera experiencia internacional de la temporada, aunque también con algunas dudas e incertidumbre por su inexperiencia en este tipo de pruebas.

La competición arrancaba con un durísimo sector de natación. Los 750 metros a nado se realizaron en un estrecho canal donde las fuertes corrientes, y los golpes en busca de una mejor posición, hicieron que fuera muy duro nadar. Pese a todo, la marbellí conseguía un buen tiempo y solo salía con ocho segundos de desventaja respecto a su compañera Tamara Gómez.

Una transición al ciclismo algo lenta le hizo perder el gran grupo de ciclistas que se formó tras las primeras clasificadas y tuvo que pedalear los 20 kilómetros en otro grupo junto a, eso sí, grandes ciclistas que le exigieron notable esfuerzo.

El terrible desgaste al que estos ritmos europeos le sometieron tanto en el nado, como en el ciclismo, hizo que encarara los cinco kilómetros de carrera a pie totalmente exhausta, perdiendo media docena de puestos en la clasificación final en la que entró en la 44 posición en la general y siendo la cuarta mejor española de la prueba.

A nivel deportivo, Marina Castro confirmó el altísimo nivel que hay en estas pruebas y que nada tiene que ver con los ritmos competitivos de las competiciones nacionales y regionales. Su pensamiento ya pasa por fortalecer las carencias mostradas en esta carrera para mejorar sus actuales resultados.