- Maite ZaldÃvar, en uno de sus permisos penitenciarios.
El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria Nº 3 de Andalucía con sede en Málaga ha concedido a la que fuera esposa del entonces alcalde de Marbella, Julián Muñoz, María Teresa Zaldívar García la libertad condicional después de que la Junta de Tratamiento del Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre informara favorablemente por unanimidad y de que el ministerio fiscal también la apoyara.
Hay que recordar que Zaldívar ya disfrutaba del tercer grado penitenciario desde principios del pasado mes de agosto.
La concesión de la libertad condicional fue acordada por el Juzgado el pasado 9 de diciembre y tendrá efecto a partir del 1 de enero de 2017, informan fuentes judiciales.
Como en todos los casos en que se acceda a este régimen, la persona condenada en firme no podrá cometer ningún tipo de acto delictivo durante la vigencia del mismo, que se prolongará hasta la extinción de la condena impuesta por los tribunales.
El Juzgado de Vigilancia de Málaga había concedido a María Teresa Zaldívar el tercer grado penitenciario lo que le posibilita el cumplimiento del resto de su condena en régimen de semilibertad.
Entonces, el acuerdo se adoptó con el informe favorable del ministerio fiscal, del psicólogo del Centro Penitenciario y porque la reclusa había cumplido ya más de la mitad de la condena impuesta por los tribunales de justicia.
Maite Zaldívar fue condenada en el llamado Caso Blanqueo a dos años y medio de cárcel después de que el Tribunal Supremo le rebajara la pena desde los tres años y tres meses a los que le había condenado la Audiencia Provincial. Entró en prisión el 27 de octubre de 2014.
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MOSCACOJONERA
14/12/2016 - 16:19H
Y el dinero ha aparecido o sigue perdido.Si dependiese de mi en la carcel hasta que devuelvan todo lo robado.
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vecinos
14/12/2016 - 22:07H
No tendrá la poca vergüenza de pasear por marbella ?, qye se vaya de ka ciudad aqui no la quiere nadie , ni antes y claro menis ahora. Ya no va prepotente como iba antes , al igual que sus hijas, pues toma caldo, presidiaria. Y ni olvides que no te queremos en marbella.
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