Después de una semana de descanso, los vecinos de la urbanización El Real han retornado a su situación habitual en la que denuncian, entre otros aspectos, los ruidos que genera la discoteca Opium.
Uno de los residentes, Santiago Montero, ha señalado a
Marbella24horas que "es necesario que el Ayuntamiento controle el
limitador de sonido" y añade que es algo que "llevamos pidiendo cuatro años".
"Lo que debía haber hecho ya el concejal hace años es haber cerrado
este establecimiento porque está incumpiendo con la utilización del sonómetro", ha añadido.
Este aparato es necesario para disponer de la autorización de música de temporada
en el restaurante, por lo que considera que se está dando una situación que es ajena a la normativa vigente.
El limitador debe
transmitir datos al Ayuntamiento sobre la mediciones que realiza, algo que en 2020 no ocurrió por lo que le fue impuesta una sanción de 6.000 euros. El año pasado siguió sin funcionar y no se conoce ninguna sanción.
"Es una cantidad irrisoria, es lo que cuesta una mesa para una noche", ha señalado Montero.
Los vecinos han llevado este asunto al
Defensor del Pueblo Andaluz, que es el organismo que está forzando la acción del Ayuntamiento de Marbella.
Opium estuvo funcionando hasta el pasado 11 de julio con una licencia de
restaurante sin música para ocho personas, que se le concedió en julio de 2017.
Ese permiso le permitía 24 fiestas al año, según la normativa de la Junta, y también disponía de autorización para música de temporada por varios meses.
Desde el 11 de julio cuenta con licencia de
auditorio enventual al aire libre con capacidad para 2.500 personas mediante una declaración responsable y sin calificación ambiental.
Los vecinos mantienen su
batalla legal para intentar dar una solución a las molestias que aseguran les ocasiona Opium, no solo con ruidos.
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