Si bien la luz solar en cantidades moderadas es beneficiosa para la salud, ya que favorece la producción de vitamina D, una exposición excesiva puede provocar efectos nocivos como quemaduras solares, envejecimiento prematuro de la piel e incluso cáncer de piel.
El
cáncer de piel es el más frecuente en todo el mundo. Su incidencia ha aumentado de forma considerable en las últimas décadas, especialmente debido a la exposición excesiva a la radiación ultravioleta.
Según cifras de la Academia Española de Dermatología (AEDV), anualmente se diagnostica a más de 78.000 nuevos pacientes y se espera que en 2040 el melanoma (el cáncer de piel más agresivo) se convierta en el segundo tumor en incidencia global.
Pero en la mayoría de los casos se pueden prevenir adoptando medidas adecuadas frente a la exposición solar desde la infancia.
Y, además, “se pueden diagnosticar precozmente mediante revisiones dermatológicas”, según la doctora Marta Frieyro, especialista en Dermatología en HC Marbella.
¿Cómo protegerse del sol?
Adoptar hábitos saludables frente al sol es una inversión en nuestra salud futura. La doctora Marta Frieyro nos recuerda con estos consejos que si nos protegemos del sol nuestra piel nos lo agradecerá. En este sentido, es importante;
1. Evitar la exposición solar en las horas centrales del día
• Entre
las 12:00 y las 16:00, los rayos UV son más intensos.
• Buscar
sombra o permanecer en interiores durante este período.
2. Usar ropa adecuada
• Ropa de tejidos tupidos, de manga larga y colores oscuros.
• Gorras o sombreros de ala ancha que protejan cara, orejas y cuello.
• Gafas de sol con filtro UV certificado.
3. Aplicar protector solar correctamente
• Usar un
fotoprotector de amplio espectro (UVA y UVB) con FPS
50 o superior.
• Aplicarlo
30 minutos antes de la exposición solar.
• Reaplicarlo cada
2 horas o después de nadar, sudar o secarse con la toalla.
• Aplicar cantidad suficiente de fotoprotector
• No olvidar zonas como orejas, empeines, cuello y labios (usar protector labial con SPF).
• Las pieles más morenas también tienen que protegerse, aunque sean más resistentes al enrojecimiento, son vulnerables a los daños de las radiaciones. Es un error común creer que una piel morena ya está completamente protegida.
4. Proteger especialmente a los niños
• No exponer al sol directo a niños menores de
6 meses.
• Usar ropa protectora, gorros, gafas y fotoprotección adecuada a su piel.
• Enseñar desde pequeños hábitos de fotoprotección.
5. Evitar el uso de cabinas de bronceado
• Están clasificadas como
carcinógenas por la OMS.
• Aumentan el riesgo de cáncer de piel.
6. Revisar tu piel y, ante la duda, consultar con tu dermatólog@.
De esa manera, si algo no estuviese bien en nuestra piel, podríamos detectarlo cuanto antes y así tratarlo de la manera más sencilla.
Tu piel tiene memoria, cuídala hoy del sol y te lo agradecerá mañana.