Uno de los acusados del secuestro de Fernando Moreno dice que querían pedir un millón y medio de euros

Pese a que las defensas habian solicitado que la sesión se aplazara debido a problemas en la instrucción del caso, finalmente, como estaba previsto, ha comenzado en la Sección Novena de la Audiencia de Málaga el juicio en el que el Ministerio Fiscal pide 30 años de prisión para cada uno de los acusados, la misma pena que solicitan las acusaciones particulares que representan a la víctima y sus familiares.

El primero en declarar ha sido uno de los empleados del empresario fallecido, que ha explicado que otro de los encausados le planteó participar en el secuestro. Inicialmente, según dijo, se negó porque la idea era retenerlo en el domicilio de la víctima, aunque finalmente entró en la operación cuando le explicaron que él no iba a intervenir y que se trataría de un secuestro exprés por lo que "no iba a haber problemas". 

Según explicó, su colaboración en el acto delictivo se limitó a hacerse con una furgoneta y a labores de información, comunicando los movimientos de su jefe. Por ello, dijo que le iban a pagar 100.000 euros y que el objetivo era reclamar un millón y medio por su liberación. En su testimonio señaló también que no existía un jefe del grupo y que pidió que no le hicieran daño al empresario.

Este empleado detalló además que desde que entregó la furgoneta no volvió a tener contacto con el resto hasta el día del secuestro, cuando supo lo ocurrido por televisión y llamó a otro de los acusados con el que tenía contacto para preguntarle qué había pasado. Reconoció que "jamás" creyó que ocurriera lo que finalmente pasó. 

El segundo de los acusados que ha declarado esta mañana responsabilizó al primero del plan y señaló que fue él quien le propuso llevar a cabo el secuestro exprés y se lo planteó como "algo fácil y sin ningún tipo de complicaciones, iba a ser coser y cantar". Añadió que el anterior procesado era quien le había facilitado toda la información y todo el plan se realizó conforme a sus instrucciones. En cambio, su papel, según dijo, fue solo de hacer varias llamadas al hijo del empresario. 

En su testimonio explicó también que todo el proceso debía durar unas pocas horas, porque no estaban preparados para alargarlo. Su participación, según señaló, fue por motivo económico y tampoco pensó que pudiera concluir con la muerte de la víctima, ya que no existía intención de hacerle daño. Además, pidió perdón a la familia por el daño causado. 

Recordar que el empresario sampedreño Fernando Moreno fue secuestrado en la mañana del 21 de enero de 2009. Los captores le interceptaron en su paseo matinal y lo metieron en una furgoneta para llevarlo a una caseta rural de control de aguas, cerca de una carretera que une los municipios de Istán y Marbella, donde lo dejaron y apareció muerto a las 13:40 horas del día 22 de enero. La causas, según la autopsia, fueron asfixia por sofocación.