Las conclusiones del estudio, que se lleva a cabo desde 2018, son muy contundentes y se señala que la evolución de Marbella "
es pésima de manera sostenida desde su primera medición en 2019".
De las cinco ediciones, ha sido
última en cuatro y, aunque acumula más de cinco puntos, sigue
muy lejos del aprobado.
Uno de los aspectos que más peso tiene para situar al municipio en último lugar es que "el
volumen y coste del personal está fuera de toda lógica y requiere una reflexión profunda".
También se explica en las conclusiones que "la
presión fiscal que aplica Marbella a empresas y vecinos es
elevadísima. La ciudad necesita un replanteamiento económico".
Este informe se viene realizando desde 2018 en los
50 municipios más poblados de España y las clasifica en función del grado de libertad económica derivado de las políticas municipales.
La metodología se basa en
cuatro áreas temáticas: desempeño económico municipal (32%), Magnitud de la plantilla municipal (18%), intervencionismo económico municipal (18%) presión fiscal municipal (32%).
En total hay
16 indicadores, con los que se analizar aspectos como el presupuesto de cada ayuntamiento, el endeudamiento, la morosidad, las subvenciones, la plantilla de trabajadores y el gasto en salarios.
También se incluyen, por ejemplo, los
tipos impositivos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) y el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), entro otros.
De esta forma, se asigna una puntuación y destaca que en España ningún municipio alcanza la libertad económica plena.
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La clasificación la encabeza
Santa Cruz de Tenerife (68,45), con libertad económica satisfactoria, al igual que
Alicante (65,42) y
Almería (65,05).
Después, hay un amplio grupo de municipios con libertad económica
moderada, y después están lo que la tienen
aceptable.
Cierran las ciudades con calificación de "insuficiente" y las que tienen "deficiente". Estas últimas solo son dos:
Jerez de la Frontera (44,19) y
Marbella (43,91).