Testigos cuestionan durante el juicio la actuación de los policías locales

Declaraciones esenciales las de esta mañana para intentar aclarar lo ocurrido. Uno de los testigos ha señalado que uno de los policías que llegó después como refuerzo a los dos compañeros que intervinieron inicialmente puso la pierna en el cuello del fallecido. 

Lo hizo, según ha dicho, durante "un buen rato, hasta que ya no se movía", motivo por el cual esta persona le gritó que lo "soltara, que lo iba a matar". En función de este testimonio, el hombre belga tuvo la cara aplastada contra el suelo. 

El otro testigo, una mujer ha destacado la presión "de aquella rodilla en la nuca de un señor que estaba totalmente indefenso", motivo por el que ha declarado que esta persona murió "porque alguien se encargó de presionar lo posible para que no pudiera respirar". 

Calificó lo ocurrido como "muy desagradable" y que a nivel personal lo pasó "muy mal". También ha hablado de "presiones" en el momento en que tuvo que declarar en el juzgado, en el inicio de la investigación. "No sé ni cómo pudimos declarar, fue algo lamentabla", ha dicho. 

Esta mañana también han dado su testimonio dos hombres que ayudaron a los policías a reducir al detenido, ya que, según han dicho, "no podían con él" debido a su corpulencia.

Uno de ellos ha dicho que solo hubo un forcejeo para la detención. En cambio, sí ha reconocido que, una vez en el suelo, tras ponerle las esposas, el ciudadano belga se quedó "totalmente calmado". Cuando llegaron los otros dos agentes, uno de ellos se puso "en cuclillas" sobre el detenido. 

El juicio, que se sigue en la Sección Segunda de la Audiencia de Málaga, continuará los próximos días 23 y 24 de noviembre.

Recordar que la Fiscalía acusa solo a uno de los cuatro policías locales por un delito de homicidio con imprudencia. La acusación particular pide penas para los cuatro.