Recaudan 2.000 euros para la asociación Luciérnaga con Luz Propia de Marbella

La idea de esta ruta solidaria nace del dolor por la pérdida del sobrino de Alberto García, Markitos García, fallecido repentinamente el pasado 21 de marzo de este año en Mijas (Málaga).

Alberto necesitó procesar su dolor a través de una de sus aficiones, el ciclismo, y se propuso recorrer la distancia que une a la ciudad de Cáceres con el municipio de Fuengirola.

Casi 600 kilómetros para drenar su emoción, su dolor y su necesidad de sentirse cerca de su sobrino.

Han sido tres etapas solidarias: Cáceres a Zafra, Zafra a Marchena y de Marchena a Fuengirola, entre el 25 y el 27 de noviembre. 

La iniciativa solidaria ha ofrecido la posibilidad de donar a una buena causa a los amigos, familiares y conocidos de la familia de Markitos y recordarle de la mejor de las maneras, ayudando a los demás.

Las donaciones fueron recibidas a través de transferencia bancaria durante los 3 días que Alberto ha permanecido pedaleando por su sobrino y han sumado un total de 4.048 euros.

Dos causas malagueñas muy cercanas al corazón de la familia han sido las beneficiarias al 50%: La Luciérnaga con Luz Propia (por ser el grupo que está acompañando a la familia en su duelo) y la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga (en memoria de Markitos, por su amor a los animales y a la preservación del ecosistema).

“Yo quería hacer como que podía guardarme el dolor, pero no he podido. Pedalear es la forma que he encontrado para aliviar mi dolor y pienso que me han faltado kilómetros para ello. Estoy muy agradecido y emocionado”, añadía Alberto García en el acto de entrega.

El acto de entrega se celebró de manera muy íntima el sábado, 2 de diciembre, en el Hotel Cortijo Chico de Alhaurín de la Torre.

Asistió la familia de Markitos tras recibir a Alberto, habiendo finalizado la ruta solidaria el día anterior, y la madre de Pablo Ráez, en representación de la asociación La Luciérnaga con Luz Propia, de la cual es vicepresidenta.

La Luciérnaga con Luz Propia

A través de esta emotiva descripción, La Luciérnaga acompaña a mujeres y hombres que inician la aventura de convertirse en madres y padres por primera vez, ofreciendo grupos de apoyo a la lactancia y a la crianza respetuosa.

También acompaña a las familias que han perdido a un hijo. Ofrecen grupos de apoyo mutuo, con un espacio de encuentro abierto, plural y gratuito en el que todas las familias que hayan sufrido esta experiencia tienen cabida.

Proponen estos encuentros para expresar y compartir su dolor, sus sentimientos encontrados, sus miedos y, también, sus esperanzas. En La Luciérnaga, honrar la memoria de sus hijos les ayuda a vivir con paz y equilibrio y a trasladarlo al resto de su familia.