Tras protagonizar en Estepona el mitin principal de la mañana, en el auditorio Felipe VI, el candidato del PP a la reelección, Mariano Rajoy, ha hecho una breve parada en Marbella antes de continuar camino hacia Algeciras, donde interviene por la tarde.
En el patio del Fuerte Nagüeles, ante unas 300 personas (el recinto no daba para mucho más), ha estado acompañado por el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, por el líder provincial, Elías Bendodo, y por la candidata al Senado y presidenta local, Ángeles Muñoz. En un segundo plano, José María García Urbano, número uno al Congreso.
También han estado Javier Arenas, Celia Villalobos o Carolina España, entre otros. Por parte del PP local los que se han acercado más a Rajoy para entrar en las fotos han sido José Eduardo Díaz, Manuel Cardeña y Carlos Alcalá.
En el comité de bienvenida que le esperaba llamaba la atención la presencia del que fuera concejal de Urbanismo, Pablo Moro, imputado por un presunto delito de prevaricación. Junto a él, concejales como Javier García, Félix Romero y Francisca Caracuel o exediles como Eloy Ortega, entre otros.
Rajoy ha llegado con bastante retraso sobre el horario previsto, ha servido unos platos de paella y ha protagonizado una intervención de poco más de cinco minutos en los que ha redundado en su mensaje de que debe gobernar quien gane las elecciones.
Rajoy, saludando al público a su llegada al acto. (Foto: J.C.A.)
El presidente nacional del PP ha criticado los posibles pactos que se puedan dar tras el 20-D para desalojarle del Gobierno si es que gana las elecciones, y ha puesto el Ayuntamiento de Marbella como ejemplo de lo que no debe pasar.
De hecho, ha comenzado su intervención llamando "querida alcaldesa" a Ángeles Muñoz. "Permitidme que la llame así porque ha ganado las elecciones por goleada y solo la unión de cinco le ha quitado la Alcaldía que los vecinos de Marbella le habían dado", ha dicho.
Y ha insistido en que la persona "que elijan los españoles" es quien gobierne tras las elecciones. "Espero que no pase lo de Marbella, porque estoy oyendo algunas cosas que no me gustan nada", ha dicho.
"En democracia conviene respetar la voluntad de la gente, que decide quién gobierna, y no los pactos, como en Marbella y otros sitios, entre fuerzas políticas que nada tienen que ver entre sí", añadió.
Rajoy ha recordado cómo se encontró el PP ayuntamientos como los de Estepona y Marbella, pero "no vamos a entrar en detalles, igual que en el Gobierno de España, porque ahora lo que nos importa es el futuro".
Empleo
En materia de empleo ha vuelto a prometer la creación de dos millones de puestos de trabajo para la próxima legislatura, a razón de 500.000 por año. "Se puede hacer porque ya lo hemos hecho en 2014 y 2015 con un millón de trabajos creados en total", ha dicho.
Otro de sus objetivos, ha dicho es "asegurar las pensiones y servicios públicos como la sanidad, la educación y los servicios sociales". También ha hablado de la defensa de la unidad de España y ha pedido "fe en la victoria".
Previamente había intervenido Ángeles Muñoz, durante otros cinco minutos, para dar la bienvenida al presidente y agradecerle su visita. "Qué buena alcaldesa has sido", le gritaron desde el público, frase que aseguró la llenaba de "orgullo y satisfacción".
"En Marbella te agradecemos de corazón tu apoyo, que lo has demostrado", le dijo Muñoz a Rajoy, mientras destacó que cogieron un municipio "en la ruina y en la quiebra y lo han puesto en el crecimiento, en el superávit, en la estabilidad y en la sostenibilidad, esto es una realidad".
No ha habido más intervenciones, que han durado poco más de diez minutos en total, momento en el que muchos de los presentes han optado por marcharse, mientras otros se quedaron a degustar la paella. La mañana ha estado nublada y justo cuando comenzaron los discursos cayeron algunas gotas de agua.