La conclusión es clara, no existe ningún clamor entre la ciudadanía por los espigones, que obviamente
son muy necesarios para tener mejores playas, pero no con reclamaciones partidistas y politizadas por parte del PP.
La nueva concentración que ha tenido lugar esta tarde en el centro de Marbella se ha vuelto a definir como "apolítica" cuando en realidad es todo lo contrario.
La mayor parte de las caras que se han podido ver eran de miembros del PP, tanto la alcaldesa,
Ángeles Muñoz, concejales, cargos de confianza y afines que están al frente de lo que denominan como el movimiento vecinal.
Había
una veintena de colectivos convocantes, muchos de los cuales ni siquiera ha estado representados por su directivos como es el caso de CIT Marbella, que no ha acudido.
La asistencia ha estado en torno a las
350 personas en el momento central del acto, ya que la alfuencia ha ido variando, con la presencia también de algunos curiosos o gente atraída por la música del Dúo Arenal.
Esta
cifra es inferior a los 400 asistentes, siempre según los cálculos realizados por este digital, que participaron en la marcha realizada el pasado
21 de noviembre.
Resulta evidente que no ha calado entre la ciudadanía la campaña del PP, realizada también desde el Ayuntamiento y colectivos afines.
La alcaldesa se ha situado tras la pancarta durante la concentración. (Foto: J.C.A.)
José Luque, presidente de la patronal hotelera Aehcos, ha pedido que se "aceleren" los trámites para los espigones. "Todos vivimos de las playas y pedimos lo que nos corresponde", ha añadido.
La mayor parte de los intervinientes han destacado que
esperaban más afluencia a la concentración, algo que era también el sentir general en las conversaciones.
El objetivo de la protesta es muy loable, el municipio
necesita que se estabilicen las playas, en eso no hay discusión, pero estas concentraciones están altamente politizadas y no atraen a la ciudadanía.
Además, se están olvidando aspectos como el
cambio climático y también todo el
terreno que se arrebató al mar en Marbella por una construcción desaforada en la época del GIL.
La realidad es que ninguno de los colectivos convocantes protestó nunca cuando durante los 7 años de
Gobierno de Mariano Rajoy se hicieron reiteradas promesas, desde 2012, que nunca se cumplieron hasta 2018.
El
primer Gobierno de Pedro Sánchez, en poco más de medio año, sacó a licitación en
febrero de 2019 la redacción del proyecto para la estabilización del tramo entre La Venus y El Ancón, que era el que faltaba y no había hecho el PP.
Y el
segundo Gobierno de Pedro Sánchez, que lleva dos años,
tiene previsto que en 2022 se liciten las obras en San Pedro Alcántara y en 2023 en Marbella. De momento, no ha incumplido ninguna fecha, como sí lo hizo el de Rajoy.