Pactan las condenas a los acusados por un robo en Puerto Banús en 2012

Durante el robo, y según los escritos de las acusaciones, tres de los acusados llegaron a primera hora de la tarde (16:20 horas) al centro comercial y lograron entrar, haciéndose pasar por trabajadores que iban a hacer unas obras. Contaron con la ayuda de un vigilante de seguridad, también procesado como cómplice, que les abrió la puerta. 

Una vez dentro, se pusieron pasamontañas para no ser identificados. Apuntaron con un arma al jefe de seguridad y al auxiliar, a los que ataron y colocaron cinta adhesiva en la boca, haciendo lo mismo con tres trabajadores que realizaban obras para un local. 

Todos ellos estuvieron atados y con una capucha de tela en la cabeza en una sala hasta las 19:30 horas. Según el fiscal, durante el robo se apoderaron de joyas y relojes. El valor de lo sustraido supera los cuatro millones de euros, aunque solo se pudieron recuperar 2,3 millones. Los otros 2,4 no se encontraron. 

Tras prepetrar el robo huyeron, dejando a las cinco personas maniatadas. Ya fuera, contactaron otras tres personas, también acusadas, para dar salida a los objetos que habían conseguido. 

Cuatro de los procesados, los tres atracadores y el vigilante, se enfrentaban a un delito de robo con violencia y cinco de detención ilegal. Además, tres de ellos tienen un delito más de robo por sustraer un vehículo para huir. Los otros tres estaban acusados de receptación.

Miguel Montes Neiro no estaba acusado por el fiscal, sino por una empresa de joyería y dos aseguradoras, como acusación particular. Se le imputaba receptación, al participar en la colocación de las joyas para su venta. 

Acuerdo

Tras la primera jornada del juicio, acusaciones y defensas han llegado a un acuerdo por el que los acusados aceptan los hechos y reciben una rebaja de las penas. Además, se ha retirado la acusación contra Montes Neiro, que ha anunciado que pedirá una indemnización. 

Por tanto, el caso está visto para sentencia. El fiscal ha retirado la acusación por cinco delitos de detención ilegal. El vigilante de seguridad ha aceptado cinco años de prisión por robo con violencia. Dos de los atracadores están conformes con siete años de cárcel al añadirles el robo del vehículo. 

El otro atracador ha dado el visto bueno a ocho años y medio de cárcel al sumar también un delito de tenencia ilícita de armas. A un hombre acusado de receptación se le rebaja la pena a un año, y a otras dos mujeres procesadas se les imponen seis meses.