La regidora ha tenido esta mañana una buena oportunidad para aclarar todo el escándalo en el que está envuelta desde hace varias semanas, pero de nuevo la ha desaprovechado.
Candentes están todavías las informaciones de "elDiario.es" en las que se ha conocido que contrató al menos
cinco obras con la empresa Codecosol, utilizada según el juez para blanquear dinero en la trama criminal en la que están procesados el marido y el hijastro de la regidora.
También se ha sabido, a través de una cadena de correos electrónicos, que el marido de Ángeles Muñoz, el
empresario sueco Lars Broberg, le envió el presupuesto que le había facilitado Codecosol para una de esas obras.
Los mails también muestran que la regidora informó posteriormente a Broberg del
estado de diversas actuaciones que estaba llevando a cabo la Delegación de Obras.
El PSOE llevó en 2017 ante la Fiscalía solo uno de esos contratos, el de 60.000 euros para remodelar el acerado
en la avenida Manolote, aunque el Ministerio Público no apreció indicios delictivos.
Sobre las otras cuatro adjudicaciones
no se pronunció nunca la Fiscalía, un detalle que olvidan desde el PP.
Preguntada esta mañana por todos estos asuntos, Muñoz ha repetido su línea argumental desde que saltó el escándalo y que básicamente es
culpar de todo al PSOE.
Sobre los contratos con Codecosol, no ha explicado por qué se invitaba a esta empresa a los
procedimientos negociados con publicidad y por qué se la elegía.
En ningún momento niega el contenido de las
conversaciones que muestran los correos, aunque prefiere centrarse en cómo se obtuvieron.
Además, ha evitado aclarar
la intervención de su marido que se aprecia en los mails y se ha limitado a defender la legalidad de los expedientes.
"Estamos esperando
explicaciones del PSOE porque los correos se han obtenido de manera absolutamente ilegal, pero no sabemos si están manipulados", ha llegado a decir.
Muñoz ha defendido que "se llevaron a la Fiscalía
hace cinco años y se cerró el procedimiento porque todo se ajustaba a derecho". Olvida decir que solo fue uno de los cinco contratos.
Sin dar más explicaciones sobre la intervención de su marido en el proceso, ha optado por
utilizar el comodín de Pedro Sánchez, siempre un recurso de distracción en el PP.
"Le pediría al señor Sánchez que a Marbella
venga a traer los espigones y que empiece a invertir, que ya está bien de utilizar a Marbella para sacarle rédito político", ha dicho sin venir a cuento.
Y ha vuelto a amenazar. "No estamos dispuestos a que nadie manche el buen nombre de la ciudad ni el nuestro y
se tomarán las medidas legales oportunas para salvaguardar el buen nombre de todos".
Hasta el momento, ya tres semanas después de que estallara el escándalo, no consta
ningún tipo de acción judicial contra nadie por este asunto.
Por último, preguntada sobre si el
presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno, le ha pedido explicaciones por este tema, ha dicho que "por supuesto que no".
"Todos mis compañeros saben perfectamente la seriedad de este equipo de gobierno, contamos con
el apoyo de nuestro partido y, lo más importante, con el apoyo mayoritariamente de los ciudadanos", ha concluido.
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