Muñoz y su equipo de gobierno siguen exhibiendo la construcción de este aparcamiento con todo tipo de visitas y de notas de prensa sobre unas obras que comenzaron el 1 de marzo de 2022.
A estas alturas, cuando los trabajos se dice que
están al 70%, todavía no está claro
cuánto le costará a los vecinos estacionar ahí sus vehículos porque los cambios de opinión son continuos.
Esta mañana ha dicho que será
un euro cada 12 horas, cambiando la última versión de noviembre cuando dijo un euro al día.
En el último año ha ido
variando la información que ofrecía y ahora mismo es imposible saber lo que quiere hacer.
En
mayo de 2022, en su primera visita, la alcaldesa dijo que "los precios oscilarán entre
1 y 2 euros por 12 horas, dependiendo de si el estacionamiento es en horario nocturno o diurno”.
En nuevas notas de prensa en
julio y
agosto del año pasado se insistió en esos mismos precios, con lo que una jornada completo costaría 3 euros.
Pero, el pasado
mes de noviembre, en la segunda vez que iba hasta allí Muñoz para hacerse una foto, dijo que sería
un euro al día.
Esta mañana ha tenido lugar la tercera visita de la alcaldesa y el precio vuelve a ser distinto:
un euro cada doce horas para favorecer la rotación.
De esta forma, parece completamente imposible saber cuánto se cobrará en este aparcamiento de la calle Doha.
Mientras tanto, el alcalde de Estepona,
José María García Urbano, inauguró a finales del pasado año el
quinto aparcamiento con coste de un euro al día en el vecino municipio.
Es lo que ha hecho en 12 años como alcalde, mientras que Ángeles Muñoz, que lleva 14 en el cargo, ni siquiera es capaz todavía de decir cuánto costará el primero que está construyendo.
El
1 de marzo de 2022 comenzaron las obras del aparcamiento subterráneo en la calle Doha, que estuvieron ya
rodeadas de polémica por las dudas de los vecinos sobre la seguridad del proyecto.
Principalmente fueron los residentes en la zona de
Arcos de San Enrique los que se quejaron de la falta de información.
Los trabajos se iniciaron, como es habitual con este equipo de gobierno, con la
tala indiscriminada de árboles, después de anunciarse que se iban a trasplantar.
Y una tercera polémica llegó cuando se conoció que
los escombros de estas obras se estaban utilizando para rellenar el terreno en la zona de Arroyo Segundo, que se acondicionó como
recinto ferial.
A primeros de agosto se iniciaron las labores de excavación de siete metros de profundidad para el vaciado de la parcela.
En noviembre, la alcaldesa anunció que las obras estaban al 50% y hoy que están al 70%.