El 40º aniversario del Rock & Ríos arrancó el pasado 12 de agosto en
Palma de Mallorca y hoy ha tenido en Marbella su segundo concierto.
De la gira que arrancó en 1982 solo quedan dos miembros, el propio Miguel Ríos y el
guitarrista John Parsons, que le sigue acompañando.
Ha sido una noche para la nostalgia y para revivir las mismas canciones y en el mismo orden que conformaron aquel
espectáculo multitudinario que arrasó una España que empezaba a abrirse a la democracia.
"Entonces estábamos entrando en una utopía, buscando la libertad, saliendo del
mundo del terror en blanco y negro y nos metíamos en el color, pero ahora estamos tirando un poco de distopía con unos tipos que ya sabéis", explicó al auditorio.
Pero no todo fue igual que entonces, hubo sorpresas con hasta
cinco espléndidos duettos entre los que destacó el que hizo junto a
su hija Lúa para cantar "Extraños en el escaparate".
Con la artista indie
Annie B. Sweet interpretó "Nueva ola" y con
LaMari de Chambao ofreció "El río", dos de los grandes clásicos.
También acompañaron a Miguel Ríos sobre el escenario
Rebeca Jiménez, para cantar "Reina de la noche" y el malagueño
Javier Ojeda con "Rocanrol Búmerang".
La noche arrancó con la fuerza de
"Bienvenidos", todo un icono de la música española convertida en la canción ideal para arrancar un concierto.
Fueron más de dos horas y cuarto de espectáculo, con el incombustible artista granadino, que
a sus 79 años sigue derrochando energía y haciendo bromas sobre su edad.
"Buenas noches Starlite, buenas noches Marbella, qué bonito suena tu nombre", dijo en el comienzo de la actuación.
Y recordó que el 15 de junio de 1982, en el "mítico y ahora extinto" parque de atracciones
Tívoli de Benalmádena arrancó la gira. "Lo pasamos de puta madre y hoy espero que lo vamos a pasar otra vez igual".
"Uno está haciendo mucho esfuerzo a esta edad tardía para llegaros al corazón y robaros una sonrisa", bromeó.
Temas como "Generación límite", "El blues del autobús", "Santa Lucía", "Banzai" y "Los rockeros nunca mueren" formaron parte del concierto como hace 40 años.
Para cerrar, interpretó "El himno a la alegría", un tema que dedicó a todas las personas que están sufriendo por la guerra en Ucrania mientras lanzó un mensaje pacifista.
En los bises, las canciones que
formaban la cara D en el doble vinilo del Rock & Ríos, con un potpurri en el que se pudieron escuchar "Sábado a la noche", "Mueve tus caderas", "Maneras de vivir" o "Mis amigos", entre otras.
Y de regalo, un extra para
completar la noche, con "El rock de una noche de verano".
Un espectáculo para el recuerdo y para volver a escuchar en directo el
disco más vendido en la historia del rock en España, grabado en directo los días 5 y 6 de marzo de 1982 en el antiguo Palacio de Deportes de Madrid.
Han pasado 40 años, pero sigue tan vigente como entonces, cuando transformó el rock en nuestro país.