La VII edición del Starlite Festival pone el broche y final este sñabado y lo hacía con uno de esos artistas que sobre el escenario lo dan todo, que no se guardan nada y que por tanto nunca defraudan. Ramón Melendi era el protaonista de esta última velada y por supuesto volvió a ofrecer un extraordinario concierto de más de dos horas.
El cantante asturiano comenzó con dos temas muy conocidos y que pusieron en pie al auditorio de la cantera de Nagüeles "Tocado y Hundido" y "Tú de Elvis, Yo de Marilyn". Prácticamente fueron un par de momentos en los que el público se sentó durante la actuación, y es que Melendi y sus canciones invitan a bailar, saltar y pasrlo bien.
Si algo dejó claro en su primer actuación en Starlite en 2015, y que el mismo recordó como un gran concierto "muy cercano", es que Melendi es dicharachero, le gusta hablar e interactuar con el púbclio y anoche no fue menos. Se presentó y aseguró que "es el primer concierto de la gira 'Ahora' y estamos aún un poquito nervioso". Nada que no se arreglara con un fuerte aplauso del público.
Dicho esto interpretó uno de los temas de su útlimo trabajo "Lo que nos merecemos", para volver a reventar el auditorio con "Un violinista en el tejado" y regresar a otro de los nuevos temas "Para que no se escapen tus mariposas".
Pero el gran momento de la noche, por lo emotivo, y uno de los más especiales de la historia del Starlite Festival fue cuando, Melendi recordó a su amiga Joaquina, "que falleció hace justo un año, aunque prefiero pensar que se transformó y no murió". Durante su intrerpretación de "Como el Agua y el Aceite", no pudo contener la emoción y rompió a llorar. Incapaz de cantar, la banda llevó el tema y el público le dio todo su cariño.
Melendi se sintió abrumadora ante el afecto recibido por sus fans y en poco en deuda por no haberse aguantado las lágrimas, "perdón por emocionarme", dijo. No hacía falta pedirlo, estaba más que perdonado. Tocaba seguir con otra de las canciones nuevas "Tiempos de Re-Evolución".
Otra de las grandes sorpresas de la noche ocurrió cuando sonaron los primeros acordes de "Caminando por la Vida". Ya hacía varios años que no cantaba esta canción, una de las que más fama le dio con su segundo disco.
La popular "El Arrepentido" daba paso a un viaje a Cuba con "Desde que estamos juntos", antes de sonar "Mi código postal". Seguía otro concierto de esos para recordar con "Un amor tan grande" y "Con solo una sonrisa".
De nuevo tocaba hablar para hablar de sus primeros trabajos "de los que no reniego porque son parte del camino". Sin duda uno de los grandes momentos cuando cantó en un popurrí "Con tu amor es suficiente", "Novia a la fuga", "Piratas del Bar Caribe", "Barbie de extrarradio" y "Entre la ropa sucia de Cupido".
El asturiano estaba a gusto en este estreno de la nueva gira, aunque tuvo que pedir ayuda al público marbellí para que le echaran una mano en la parte que canta Alejandro Sanz en "Déjala que baile". Acto seguido se metía entre el público para interpretar "Mírame".
A partir de aquí, la velada crecía con canciones como "Destino o casualidad", "Tu jardín con enanitos" o "Canción de amor caducada". Marbella terminaba de rendirse a sus pies con "Como una vela", canción que ponía el punto y aparte al concierto.
Tras reclamarle que regresara al escenario, Melendi volvió con "Cenizas en la Eternidad" para seguir con "Cheque al Portamor", "La promesa" y "Lágrimas desordenadas". Aún habría tiempo para volver a reclamarle una última canción al asturiano que cerró otro concierto para recordar como "Habitantes de un mismo planeta".