No es que Marbella se agite especialmente un domingo cualquiera, cuando la principal actividad se centra en los sitios más turísticos como el paseo marítimo, pero esta mañana, en el primer día de cuarentena, el silencio era mucho mayor.
Han entrado ya en marcha las restricciones para salir a las calles, que en el caso de Marbella han estado prácticamente vacías, más aún al tratarse de una jornada no laborable.
Ha sido necesaria imponer la obligación para que algunos ciudadanos, que ayer sábado todavía estaban en terrazas de bares, hayan optado finalmente por quedarse en casa o limitar sus salidas a las que se permiten.
Este domingo en Marbella se podía ver a gente aún con bolsas de la
compra, llevando pan o paseando a sus
mascotas, actividades todas ellas que se pueden hacer.
Había colas en algunas
farmacias, no por la gran afluencia de público, sino por evitar que los clientes coincidan dentro. Es el mismo caso de las panaderías, en las que se entra de uno en uno.
El punto de mayor afluencia cualquier domingo en Marbella es el paseo marítimo. El día estaba nublado, pero aún así esta zona estaba prácticamente desierta.
Eso sí, se podía ver a algunos extranjeros despistados, y también personas, muy pocas,
montando en bicicleta, algo que no se puede hacer.
En el paseo marítimo estaban desplegados efectivos de la
Policía Local, que iban informado sobre las restricciones de movimientos, aunque por el momento no tienen orden de multar a nadie.
"Creen que las restricciones son desde el lunes, pero les decimos que hay que cumplirlas desde hoy", asegura un policía municipal a
Marbella24horas a la entrada del Puerto Deportivo.
Un poco más adelante, en la
zona de la Fontanilla, un policía grita a varios extranjeros: "¡Go home, go home!". "Tomorrow morning", le responden ellos, y el agente les aclara: "today, today". Ha sido una escena recurrente durante toda la mañana.
Imagen del paseo marítimo de Marbella este domingo por la mañana.
Ya no hay bares ni restaurantes abiertos, y las playas están cerradas y vacías. En algunas, además de la bandera azul, luce un pequeño cartel informativo, no en todas. La zonas de juegos infantiles y de aparatos biosaludables están precintadas.
Marbella, como todos los lugares de España, se convierte ahora en una ciudad fantasma. Quizá a partir del lunes haya más movimiento, dentro de lo que se permite, pero este domingo el silencio y la calma eran los protagonistas.