La recreación ha comenzado con una hora de retraso sobre el horario que estaba anunciado, lo que ha hecho que el mucho público que se ha congregado en la plaza de la Iglesia tuviera que estar esperando, en muchos casos a pleno sol.
A dos jornadas del Día Grande de la Feria de Marbella, que será el martes en honor al patrón San Bernabé, la ciudad ha revivido esta mañana la conquista que tuvo lugar por parte de los Reyes Católicos en 1485.
Ha sido gracias a una recreación que ha llevado a cabo el Instituto Fernando El Católico, que ha representado en las calles del Casco Antiguo el fin de la dominación musulmana de Marbella y la claudicación sin baño se sangre.
Algunos de los personajes de la época y arriba, aún en la fortaleza, los soldados musulmanes. (Foto: J.C.A.)
El rey ha llegado a caballo, con su séquito, a la plaza de la Iglesia, donde se ha revivido el campamento que montó hace 534 años en la zona de Río Real y desde el que dirigió la toma de Marbella.
Fernado el Católico ha estado acompañado por Pedro de Villandrado, conde de Ribadeo, y por el cardenal Mendoza.
Después se han escenificado las negociaciones entre el enviado real, el conde de Ribadeo, y el alcaide musulmán de Marbella, Mohammad Abuneza.
Tras producirse el acuerdo y firmarse las capitulaciones, que recogían las condiciones para los derrotados, se ha procedido a la entrega de las llaves de la ciudad.
Las negociaciones entre el conde Ribadeo (iz) y Abuneza, alcaide musulman de Marbella. (Foto: J.C.A.)
Desde allí, el rey su séquito se han trasladado a la plaza de Los Naranjos, donde ha realizado un acto de investidura de caballeros siguiendo las tradiones de la época.
Para concluir, se han entregado dipolomas a los responsables municipales y también uno el Hermano Mayor de la Hermandad de Romeros de San Bernabé.
Todos los actos ha sido seguidos por mucho público a lo largo de los recorridos que se han hecho por el Casco Antiguo.
Hay que recordar que la Marbella musulmana se rindió a las tropas de los Reyes Católicos el 11 de junio de 1485, en un lugar situado en la actual calle Málaga, donde ahora está la Cruz del Humilladero.
Según la tradición, los monarcas católicos dejaron en Marbella un pendón, actualmente desaparecido y que nada tiene que ver con el que se coloca en el balcón del Ayuntamiento, que es de una época posterior.
Fernando el Católico, durante su recorrido por la plaza de Los Naranjos. (Foto: J.C.A.)