Es el Día Grande de una Feria de Marbella distinta, marcada de nuevo por la Covid-19, pero en la que se han mantenido algunos actos en la programación, los menos multitudinarios.
Poco después de las 10:00 horas, con la presencia del
pendón de la ciudad, portado por el concejal más joven, Enrique Rodríguez, y de las autoridades locales frente a la puerta del Ayuntamiento, ha comenzado este acto cívico-religioso, primero en el día de San Bernabé.
Con esta procesión se recuerda la
toma de la ciudad por parte de los representantes de los Reyes Católicos a los musulmanes, sin derramiento de sangre, un 11 de junio de 1485.
La comitiva, que este año abría la
Banda Municipial de Música, se ha traslado hasta la iglesia de La Encarnación, donde se ha unido el párroco, José Sánchez, que participaba por primera vez en este acto, y los miembros de la Hermandad de Romeros de San Bernabé.
Después, por las calles Caridad y Misericordia, se ha llegado hasta la plaza Altamirano, rumbo a Puente Málaga, para enfilar por la calle Málaga hacia la
Cruz del Humilladero.
Las reinas de la Feria de 2019 aún continúan en la de 2021. (Foto: J.C.A.)
Allí se ha procedido a realizar una
bendición y a la ofrenda floral. Este año, como el pasado, no se han entregado los habituales títulos de "Marbellero de Honor", que otorga la Asociación de Vecinos Huerto Porral.
La comitiva ha retornado hasta la
iglesia de la Encarnación, donde a las 11:00 horas ha comenzado la misa en honor del patrón. En esta ocasión no ha tenido lugar la procesión posterior debido a la pandemia.
Marbella sigue viviendo una Feria distinta, sin casetas en la Alameda y la Avenida del Mar, sin cacharritos ni actos masivos, y con la diversión concentrada en los bares, donde se permite música en vivo.