La nefasta gestión realizada en este asunto por Ángeles Muñoz y el entonces teniente de alcalde de San Pedro, Rafael Piña, ha originado que Marbella se haya quedado sin este mercado gastrónomico, haya perdido la ayuda de 600.000 euros y además tenga que pagar intereses.
La obra, que debía haber estado terminada el pasado mes de abril, nunca se llegó a hacer en San Pedro Alcántara, donde estaba proyectada.
Según la documentación a la que ha tenido acceso
Marbella24horas, a través de un decreto firmado por Javier García el pasado 2 de agosto, se ordenó el pago de 44.581,65 euros por intereses de demora.
Es el dinero que se ha calculado desde que se entregó la subvención al Ayuntamiento (30 de diciembre de 2016) hasta que se realizó la devolución a la Diputación (10 de mayo de 2019) al no haberse realizado la obra.
De los 600.000 euros concedidos, el Ayuntamiento tuvo que reintegrar a las arcas de la Diputación exactamente 503.400 euros por "remanentes no ejecutados".
Hay que recordar que, como explicó en su día Piña, se llegó a redactar el proyecto, por lo que una parte del dinero se utilizó.
En definitiva, la gestión de PP y OSP en este asunto deja un
balance desolador: 96.600 euros gastados y tirados a la basura, 503.400 devueltos y, por tanto, perdidos para Marbella, y 45.000 euros en intereses que hay que pagar de las arcas municipales.
Decreto con el que se ordena el pago de los intereses por importe de 44.581,65 euros.
La subvención fue concedida el 21 de diciembre de 2016 y pagada el día 30 de ese mes. Tenía un plazo de ejecución de ocho meses y un límite hasta abril de 2019.
Ante la más que evidente ya por entonces pérdida de la subvención, Rafael Piña compareció en rueda de prensa el pasado
28 de enero para echar balones fuera y no asumir ninguna responsabilidad.
Buscó todo tipo de excusas y culpó a la empresa, a los contratiempos de última hora y hasta a la nueva Ley de Contratación.
Según dijo, el expediente de contratación se aprobó en abril de 2017 y se adjudicó el contrato a la empresa constructora en septiembre del mismo año, ya con el gobierno bipartito.
Después surgieron los problemas, se vencieron los plazos y el mercado no se hizo nunca, con lo que se produjeron las consecuencias ya indicadas anteriormente.
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