El inicio de las estaciones viene establecido por los momentos en los que la Tierra se encuentra en determinadas posiciones en su órbita elíptica alrededor del Sol. En el verano es cuando alcanza su posición más boreal.
Ahí es cuando se produce el solsticio de verano, en el que el Sol alcanza su máxima declinación Norte y su altura máxima al mediodía no cambia durante varios días.
Por tanto, se vive el día más largo del año, en el que amanece antes y anochece más tarde. Además, este año ha coincidido con Luna llena, algo que no ocurría desde 1948.
En Marbella se ha podido disfrutar de una Luna espectacular, de gran belleza, reflejada sobre el Mediterráneo, que ha llamado la atención de muchas personas que han salido a verlas desde las playas.
La Luna, desde la playa de La Fontanilla de Marbella. (Foto: J.C.A.)
Durante este verano se producirán dos eclipses. El primero el 1 de setiembre, cuando habrá un eclipse anular de Sol que será visible en el Atlántico, África y el océano Índico.
El segundo, el 16 de setiembre con un eclipse penumbral de Luna visible en el Pacífico, Australia, África y Europa. Este último eclipse, de difícil observación por ser penumbral, será visible en España.
La tradicional lluvia de estrellas de las Perseidas sucederá hacia el 12 de agosto y su observación se verá dificultada en la primera parte de la noche por hallarse la Luna en fase posterior al cuarto creciente.