Marbella cuenta con dos de los puntos negros destacados por la DGT

Este año está siendo especialmente malo en lo que a accidentes se refiere en el municipio. Prácticamente no hay día que los medios de comunicación o las redes sociales alerten sobre retenciones de tráfico provocadas por distintos siniestros.

Sin ir más lejos este martes falleció una mujer en la antigua N-340, mientras que hoy jueves se ha producido un accidente a la altura de Río Real, que ha provocado enormes retenciones y otro pequeño siniestro de un vehículo en San Pedro Alcántara con un automóvil que se ha estrellado contra un contenedor.

Al margen de estos problemas en estas vías, la Dirección General de Tráfico ha publicado un nuevo informe en el que actualiza el listado de tramos de carreteras convencionales con especial peligrosidad.

Los dos puntos negros que afectan al municipio son la A-355 que va desde Casapalma (A-357) a Marbella (AP-7) desde el punto kilométrico 9,24 al 21,69. La otra vía es la carretera de Ronda (A-397). En toda la provincia hay un total de 28 puntos negros.

De esta manera, en estos tramos sobre los que alerta la DGT se está intensificando la vigilancia con el objetivo de reducir la siniestralidad en estas vías. Los dos puntos negros detectados en Marbella ya se encontraban identificados anteriormente, aunque en todo el país el número de tramos peligrosos ha aumentado un 35%.

Los criterios para la tipificación de estos tramos son el resultado de analizar el número de accidentes graves, con víctimas mortales o heridos que necesitaron hospitalización; el número de accidentes en general y la información de la velocidad media de circulación en esos tramos.

Por ese motivo, algunos de los tramos registrados en la primera publicación de los mismos continúan en esta actualización y otros son sustituidos por otros en los que la combinación de accidentalidad y exceso de velocidad está más presente.

La ubicación de los tramos se hace pública para general conocimiento de los conductores, de forma que cuando transiten por ellos extremen las medidas de precaución y sobre todo cumplan con los límites de velocidad establecidos en cada uno de ellos. En total son 1.314 tramos identificados que suponen 25.172 km de carreteras convencionales, con una longitud media de 19 km.

En todos los tramos identificados se está intensificando la vigilancia con radares móviles y se está llevando a cabo el Plan Integral de Vigilancia puesto en marcha en diciembre del año pasado y que consiste en que cuando un conductor es detectado cometiendo una infracción de exceso de velocidad es parado e identificado y los agentes de la Agrupación de Tráfico también le realizarán, si lo consideran necesario, las pruebas de detección de alcohol y drogas, así como una revisión de la documentación, para comprobar que tanto el permiso para conducir, ITV y seguro del vehículo se encuentran en regla.