Con temperatura algo fresca, pero agradable y, sobre todo, compensada con la ilusión de los niños y niñas, se ha celebrado la cabalgata en Marbella, que ha arrancado en el horario previsto, a las 18:00 horas.
El recorrido, el habitual en los últimos años, desde la avenida Severo Ochoa, hasta el Pirilú, pasando por Ramón y Caja y Ricardo Soriano, el eje principal de Marbella, o lo que antes era la Nacional 340.
El recorrido ha estado vallado, como en años anteriores, aunque no en su totalidad, solo en el tramo desde el inicio hasta poco más adelante del comienzo de la avenida Ricardo Soriano.
En esta parte la seguridad sí ha estado garantizada para que los niños no pudieran acercarse a los vehículos, aunque a partir de ahí todo ha sido más caótico, sin vallas. Aún así, las carrozas iban vigilados por personal de seguridad.
Se han corregido algunos defectos que hubo el año pasado como la zona de intersección de las calles El Fuerte y Ramón y Cajal, donde se han colocado vallas para separar el tráfico del público que seguía la cabalgata.
Gaspar, en su carroza, durante la cabalgata, llegando a la calle Ramón y Cajal. (Foto: J.C.A.)
Durante el recorrido se han lanzado caramelos, muchos al principio y menos a medida que avanzaba el desfile. A la altura del edificio Parquesol ya se había reducido el número, y a la entrada de Ricardo Soriano quedaban muy pocos. La estrella han sido los peluches que han repartido los tres Reyes Magos.
Como es habitual ha habido mucha gente a la caza de los caramelos, la mayor parte duros y que impactaban con fuerza en las cabezas. Se han podido ver los típicos paraguas utilizados para recoger más y también incluso hasta alguna manta.
Pero el grito de la noche ha sido
"Peluches, peluches", que se ha ido escuchando al paso de los Magos, una vez que el público detectó que iban lanzando pequeños muñecos.
La carroza de Melchor, que abría la parte final en la que iban los tres Reyes Magos. (Foto: J.C.A.)
Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron el viernes en un catamarán al Puerto Deportivo y desde allí hicieron un recorrido a pie hasta la plaza de la Iglesia, para después pasar la noche en el Castillo.
Esta mañana han visitado un centro sanitario privado y el Hospital Costa del Sol para compartir unos minutos con los niños que están enfermos.
Por la tarde, turno para la cabalgata, con 15 carrozas, algunas de ellas de colectivos como la Academia de las Hermanas Maldonado, la Asociación de Vecinos Vázquez Clavel o la Asociación de Madres y Padres del Colegio Vargas Llosa, entre otras.
Abriendo la comitiva, miembros de la Policía Local a caballo, agentes en motocicletas y la unidad canina, seguidos por un camión de Bomberos con un cañón de nieve, que fue la sorpresa hace dos años y desde entonces continúa en el desfile.
El camión de los Bomberos con el canón que ha ido llenando de nieve todo el recorrido. (Foto: J.C.A.)
Ha habido grandes hinchables aéreos centrados en el mundo submarino, todo tipo de grupos de animación, superhéroes y hasta un
Spiderman bailón que ha sido de lo más aplaudido.
Presencia también de miembros de Correos, tanto con motos como con furgonetas, y los habituales carboneros, para los niños que no se han portado bien.
Y cerrando, los Magos. Melchor y Gaspar ha estado acompañados por un espectáculo de coreografía, mientras que Baltasar llevaba por delante unos caballitos de mar fluorescentes.