A la espera de que la autopsia y las pruebas de ADN confirmen totalmente que el cuerpo es el de Rebeca Muldoon, ciudadana británica desaparecida en Marbella, los primeros indicios descartarían un caso de violencia machista.
Al menos así lo ha asegurado esta mañana el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, en declaraciones a los medios en Granada durante la toma de posiesión del nuevo coronel de la Guardia Civil de esta ciudad.
El político ha pedido esperar a los resultados que arroje la autopsia y de la investigación policial, aunque sí se ha aventurado a decir que "no cabe en principio vincularlo a hechos relacionados con violencia de género".
En cierto modo, con estas palabras ha dado por hecho que se trata del cadáver de la joven británica desaparecida. Según ha explicado Antonio Sanz, su pareja "estaba detenida cuando se produjo la desaparición y supuestamente los hechos".
El delegado del Gobierno ha ratificado la información que ya se conocía sobre que el cuerpo sin vida, que apareció en la playa de El Ancón, no tenía signos de violencia a priori.
Hay que recordar que la británica de 35 años Rebeca Mulddon, residente en Marbella, desapreció el pasado día 2 de enero, dejando a sus hijos solos en casa. El día antes había denunciado a su pareja, que no es el padre biológico de los niños, que había sido detenido.
Por este motivo, se descarta la participación directa del hombre en los hechos, al encontrarse entonces bajo arresto.
El cadáver apareció a primera hora de la mañana de este domingo en la playa de El Ancón, donde fue expulsado por el mar y descubierto por una persona que paseaba por el lugar.
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