Desde el equipo de gobierno han informado de que la alcaldesa,
Ángeles Muñoz, la consejera de Cultura y Deporte,
Patricia del Pozo, y la directora general del ramo,
Carmen Díaz, han visitado el equipamiento, aunque no se sabe cuándo.
La representante de la Junta se ha puesto ha venido para la foto porque la administración autonómica nada ha invertido en estas obras, financiadas con
fondos europeos captados por el Ayuntamiento.
Eso sí, Del Pozo ha dejado un anuncio para el futuro. Dice que colaborarán en la próxima fase museográfica, destinada a dotar al edificio de contenidos interpretativos que permitan explicar la evolución de la
industria azucarera en Marbella y en el Mediterráneo.
Carmen Díaz ha avanzado que el centro de interpretación incluirá, además, el
archivo histórico digitalizado del edificio, custodiado en Granada, y será un nuevo atractivo para el turismo cultural.
El edificio albergará
salas polivalentes, espacios de lectura, biblioteca, zonas administrativas y un molino de sangre, pieza central del discurso museográfico, por su singularidad como uno de los pocos ejemplares conservados en Europa.
Queda, por tanto, todavía bastante tiempo para que todo esté concluido, aunque el edificio ya está rehabilitado.
Retraso y sobrecoste
Al margen de esa propaganda, hay que destacar lo que es un
nuevo despropósito en un proyecto de la Delegación de Obras del Ayuntamiento de Marbella donde se vuelven a unir los mismos factores: el retraso y el sobrecoste.
El contrato para la redacción del proyecto y la ejecución de las obras se firmó a
finales diciembre de 2021 con la empresa Guamar S.A.
Desde entonces, había un plazo de
quince meses para concluir la actuación. Finalmente han pasado tres años y medio.
El
presupuesto inicial era de 3.834.837,45 euros, de los que el 80% (3.067.869,96 euros) procedían del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
En diciembre de 2023, el Ayuntamiento autorizó la
cesión de las obras a la UTE formada por Grulop 21 S.L. y CYRA Construcciones Restauración S.L.
El 26 de septiembre de 2024, se realizó una modificación del contrato para
añadirle 1.876.568,24 euros, lo que eleva la inversión hasta los 5.711.405,69 euros.
Es un
sobrecoste del 48,9%, rozando el límite que permite la ley, que es el 50%.
No hay que confundir estas obras con las que también se están realizando en la misma parcela para la construcción de una residencia para mayores.
Donación
Fue a principios de 1992 cuando
Mateo Álvarez Gómez firmó la donación del Trapiche del Prado al Ayuntamiento con el objetivo de que allí se construyera la residencia.
El
4 de noviembre de 2009 se realizó el acto de colocación de la primera piedra, una foto que persigue a la alcaldesa,
Ángeles Muñoz, desde entonces.
En eso se quedaron las obras, que nunca avanzaron más mientras languidecía el edificio histórico.
Tuvieron que pasar 14 años para que el proyecto se retomara. En
enero de 2023 se volvió a poner la primera piedra.
El proyecto actual consta de
dos actuaciones. Por un lado, una residencia de mayores en un edificio de tres plantas con un presupuesto de 6 millones de euros que ejecuta Grulop 21 S.L.
Por otro, el Centro de Interpretación del Trapiche del Prado, con la rehabilitación ahora concluida del edificio histórico, por 3,8 millones de euros, inicialmente, que se han convertido en 5,7 millones.