Gran procesión la que ha protagonizado la Real, Ilustre, Venerable y Antigua Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santisima del Mayor Dolor y Santo Sepulcro.
Ha sido la primera del nuevo hermano mayor,
Enrique Haro, y ha contado con varias novedades, entre ellas una
nueva corona para Nuestro Señor donada por Encarna Cantero.
También ha sido muy llamativa la presencia de la
Banda de Cornetas y Tambores con Escuadra de Gastadores y Guiones de la Real Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Alhaurín el Grande.
Los conocidos como "Boinas Negras" han abierto la procesión este año para dar paso al los nazarenos y las mantillas.
Antes de la salida de cada trono, y también en el encierro, ha habido saetas a cargo del
cantaor Carlos Brías.
Los gastadores de los "Boinas Negras" durante una de sus actuaciones. (Foto: J.C.A.)
El
Señor de Marbella, con sus seis varales, ha procesionado como es habitual sobre un manto rojo de flores y con la compañía de la
Agrupación Musical Marbella.
Después, la
Virgen del Mayor Dolor, acompañada por la
Banda de Música "Los Moraos" de Alhaurín El Grande.
El recorrido por la calle Trinidad para buscar enseguida Puente Málaga, con la
solicitud de venia, y la avenida Nabeul, con las sillas para el público.
Allí se ha enfilado por las calles Marqués de Nájera y Tetuán, estrechas, sobre todo esta última, para después abrirse a la
amplitud de Ramón y Cajal, aunque con el recorrido acotado por las vallas.
De allí, por Huerta Chica, Peral, Chorrón, Portada, Arte, Salinas y Trinidad para regresar al templo tras más de cinco horas de un espectacular desfile, con cientos de cofrades y la
multitud de penitentes que, como es habitual, sigue al trono del Nazareno.
El trono de la Virgen del Mayor Dolor, iniciando el desfile en la plaza de la Iglesia. (Foto: J.C.A.)
El recorrido fue espectacular y, tras el difícil giro para
pasar de la calle Chorrón a Portada, los Titulares enfilaron la parte final del recorrido.
A la 00:45 horas llegaba de regreso el Señor de Marbella a la plaza de la Iglesia de La Encarnación, donde ha esperado a La Guapa, para protagonizar
un espectacular encuentro, saeta incluida.
A continuación, el encierro, pirmero del Nazareno en la parroquia, a la 1:20 de la madrugada, y después de su Madre, en la Casa Hermandad, en cuyo camino recibió una
abundante lluvia de pétalos y entró a las 1:45 horas.