Esta cristalera, situada en la escalera principal del Ayuntamiento, muy visible, por tanto, volvió a la actualidad en el pasado pleno al debatirse de nuevo su retirada dentro de una moción que presentó Izquierda Unida.
El responsable de Memoria Histórica es el propio alcalde, quien ha explicado a
Marbella24horas el proyecto se va a poner en marcha para que se cumpla la ley y a su vez se genere el mínimo impacto posible.
"No vamos a retirarla, sino a transformarla", ha explicado José Bernal, quien considera que es la solución que "genera menos gasto y menos repercusión sobre el edificio".
Según ha señalado, la vidriera no tiene valor artístico, aspecto que está corroborado ya que, aunque se llegó a pensar, su autor no es Vicente de Espona, por lo que la idea es modificarla para convertir el escudo franquista en el emblema que se adoptó en la etapa democrática actual.
Por tanto, los cambios se centrarán principalmente en eliminar el águila y el yugo y las flechas, símbolos que el dictador adoptó de la etapa de los Reyes Católicos, y sobre todo el lema "Una, grande y libre", que lo identifica claramente con esta etapa.
Este retoque es posible, según el alcalde, y para ello se sacará un concurso público al que podrán optar empresas, artistas u organizaciones de cualquier tipo que puedan llevar a cabo este cambio con el menor impacto en la vidriera.
El PP local se ha manifestado ya en distintas ocasiones en contra de que se retirara la cristalera, la
última en el pasado pleno, e incluso llegó a establecer similitudes con el escudo pintado en el Salón de Frescos, que corresponde al siglo XVI.
"No se puede comparar la época de Carlos V con el franquismo", ha explicado Bernal, doctor en Historia, quien además ha lanzado un mensaje claro a los populares.
"Se puede compartir o no que se elimine un escudo franquista, pese a que la ley obliga a retirarlo de edificios públicos, pero lo que no entendería es que el PP se opusiera a colocar el escudo constitucional", ha señalado.
Hay que recordar que la Ley de Memoria Histórica, aprobada en 2007, obliga a los ayuntamientos a retirar los símbolos franquistas, algo que no se ha cumplido en Marbella durante los ocho años de gobierno del PP.
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