Este año no ha habido ningún inconveniente para poder salir en procesión por las calles de San Pedro en este Viernes Santo. Solo unos minutos después de las nueve y media de la noche, hora prevista para la salida de la procesión, comenzaba el desfile después de que el párroco, Leandro Carrasco, bendijera ambas imágenes.
La Hermandad sampedreña comenzaba el recorrido con la salida del Cristo Yacente desde la carpa ubicada junto a la Iglesia de San Pedro. La emoción y el riguroso respeto ante la imagen del Señor muerto se hacía notar en cada rincón. En su salida, solo el sonido de los instrumentos de viento le acompañaban hasta el entrada del templo donde se detuvo para que le dedicaran una saeta.
El trono iba excepcionalmente portado por los 55 hombres de trono que, serios y afligidos, lo llevaban con orgullo y respeto. Antes de su salida, el cuerpo de bomberos de Marbella y San Pedro han colocado un casco en el trono. Le acompañaba la Banda de la Capilla Musical de Sevilla.
El Cristo Yacente durante el desfile procesional por San Pedro Alcántara. (Foto: J.Z.)
El paso prosiguió su recorrido para enfilar la calle Lagasca, mientras en la plaza de la Iglesia salía la imagen de La Soledad, más triste y bella que nunca y acompañada por la Banda Municipal de Música, que tocó el Himno de España. De nuevo ante la iglesia se detuvo un instante para que le dedicaran otra saeta.
El riguroso luto acompañó la procesión durante todo el recorrido con los nazarenos ataviados con sus túnicas negras, para mostrar su respeto y dolor por la muerte del Señor que en este Viernes Santo descansaba ante la llegada del Domingo de Resurrección.
El recorrido ha transcurrido con normalidad por las calles más céntricas de San Pedro Alcántara, en una procesión en la que los fieles de la localidad han seguido durante todo el recorrido. La penumbra en las calles de San Pedro y el sepulcral silencio de respeto y devoción por las vías sampedreña han hecho muy emotivo todo el desfile procesional.