De forma bastante confusa, con cada protagonista dando unas cifras distintas, que finalmente se han aclarado en una corrección posterior, el Ayuntamiento ha presentado esta mañana la segunda fase del proyecto de videovigilancia.
La primera fase, que se inició en 2016 con el socialista
José Bernal como alcalde, se culminó en 2019 y cuenta con 85 cámaras distribuidas en el Puerto Deportivo de Marbella, Puerto Banús y los centros comerciales de Elviria y La Cañada.
En 2017 empezaron las reuniones para la segunda fase, cuya tramitación
arrancó en 2019, momento en el que se anunció la instalación de más de
un centenar de dispositivos de vigilancia.
Al final, según los datos de esta mañana, serán
29 cámaras de videovigilancia, que se van a colocar en el aparcamiento del Puerto Deportivo y puntos del centro de Marbella.
En concreto, estarán ubicadas por todo el eje que marca la N-340, desde el arco de entrada hasta el Pirulí (Severo Ochoa, Ramón y Cajal y Ricardo Soriano) y también en calles del Casco Antiguo.
Aunque inicialmente estaba previsto incluirlo,
queda fuera el centro de San Pedro Alcántara, descartado por la Delegación del Gobierno en función de la proporcionalidad necesaria entre seguridad ciudadana e intimidad individual.
Además, según se ha explicado, afortunadamente los índices de delincuencia en el núcleo sampedreño no son tan altos como para justificar esta medida.
Junto a las cámaras, que necesitan autorización judicial, se van colocar
19 sensores de lectura de matrículas (LPR) en los principales accesos al municipio.
Según ha explicado
Javier Martín, jefe de la Policía Local de Marbella, estos dispositivos permitirán conocer "los vehículos que entran y salen", en definitiva, el flujo de tráfico, repercutiendo también en una mejora de la seguridad vial.
Los
48 sensores de videovigilancia en total, que necesitan 5 kilómetros de fibra óptica, constarán 1,6 millones de euros, que se van a sufragar con fondos europeos dentro de la estrategia EDUSI.
El
comisario de la Policía Nacional, Enrique Lamelas, ha dicho que en el Casco Antiguo de Marbella "no hay una delincuencia excesiva, pero sí nos interesa protegerlo porque son calles peatonales y a veces es difícil la presencia policial".
También ha calificado como "muy positivo" el
balance de la primera fase y ha puesto como ejemplo que las cámaras permitieron detener al agresor de una persona que, tras ser golpeada, cayó al agua en el Puerto Deportivo de Marbella.