Atrás quedan las críticas y campaña que hacía el PP, ya solo para el recuerdo en las hemerotecas, en defensa de la Residencia de Tiempo Libre de Marbella, un lugar pensado para ofrecer vacaciones a personas trabajadoras a precios económicos.
Hace
diez años, el parlamentario andaluz del PP, y concejal en Marbella,
José Eduardo Díaz, criticaba que la Junta de Andalucía iba a reducir a menos de seis meses la actividad de la Residencia de Tiempo Libre de Marbella.
Entonces, según decía, el
periodo de apertura iba a ser de 25 de marzo a 15 de septiembre, una decisión que "dañaba su viabilidad y la
estabilidad de los trabajadores".
En 2023, según informó recientemente CSIF, se abrió el pasado
3 de abril y se cerrará el 29 de septiembre, un periodo prácticamente similar, ya sin el PSOE y con Moreno Bonilla como presidente.
El PP, incluida la alcaldesa,
Ángeles Muñoz, hizo también en su día todo tipo de especulaciones sobre el posible cierre de estas instalaciones.
Han pasado los años, ha
cambiado el Gobierno andaluz, pero la situación es aún peor, hasta el punto de que cada viernes hay una concentración de protesta por parte de los trabajadores.
La plantilla de la Residencia de Tiempo Libre de Marbella ha alertado del
estado de abandono y teme un
desmantelamiento progresivo por parte de la Junta de Andalucía.
Desde el sindicato Comisiones Obreras (CCOO), han denunciado
deficiencias en las instalaciones que impiden abrir algunos espacios que no presentan las condiciones mínimas.
Reclaman que
se invierta en la recuperación, que se aprovechen todas zonas y que se dé estabilidad a la plantilla.
Los trabajadores y el comité de empresa reclaman que
se abra todo el año, optimizando la residencia.
La situación es de
dejadez por parte de la Junta, con cada vez menos clientes, lo que lleva a los sindicatos a pensar en que se puede producir el cierre definitivo.
Según denunció CSIF, las instalaciones tienen capacidad para unos mil usuarios, pero este año apenas
se ha ofertado una tercera parte de los 235 bungalows (con capacidad para cuatro personas) de que dispone en total, 70 de ellos en Semana Santa y sólo 50 en verano.
La relación de puestos de trabajo plantea la necesidad de
223 trabajadores en total, de todas las categorías, pero apenas son alrededor de 150 los profesionales, entre personal fijo y fijo-discontinuo.
Las condiciones
cada vez son peores en estas instalaciones, que tantas veces defendió el PP cuando estaba en la oposición y que ahora abandona totalmente cuando gobierna.